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Proteger la salud mental debe ser uno de los objetivos de nuestra sociedad #DíaMundialDeLaSaludMental



Proteger la salud mental debe ser uno de los objetivos de nuestra sociedad #DíaMundialDeLaSaludMental

El Dr. Enrique Chávez-León habló sobre el Día Mundial de la Salud Mental, que se centra en esta ocasión en la prevención del suicidio y el especialista de nuestra Facultad de Psicología analiza el tema.

La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona se realiza, enfrenta y maneja el estrés cotidiano, trabaja productivamente y contribuye con su comunidad. Promover, proteger y reestablecer la salud mental deben ser los objetivos de nuestra sociedad.


El Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebró el pasado 10 de septiembre, motivó que este 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, también se centrara en la prevención del suicidio.


La conducta suicida puede definirse como el acto que la persona realiza voluntariamente con el fin de perder la vida. En el mundo, la conducta suicida es la segunda causa de muerte en la población de entre 15 y 29 años; y los países más afectados son aquellos con ingresos bajos y medios.


En México, la conducta suicida es la tercera causa de muerte (después de los accidentes y los homicidios) en adolescentes y adultos jóvenes. En los adolescentes entre 15 y 19 años, es la segunda causa de muerte.


Nuestro país tiene una tasa de 5.1 suicidios por 100,000 habitantes; la mitad de la de Colombia, la tercera parte de la de Cuba y la cuarta parte de la de Estados Unidos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2016 fallecieron 6,370 personas por conducta suicida, y en 2017 6,559 perdieron la vida.


Lo cierto es que existe una relación entre las conductas suicidas y las enfermedades mentales. Los momentos de crisis financiera, sentimental, desastres, violencia y las pérdidas de seres queridos son otros factores que contribuyen a esta conducta. Los llamados grupos vulnerables (refugiados, inmigrantes, comunidades indígenas y los reos) también corren con mayor riesgo.


La prevención de las conductas suicidas radica en las siguientes medidas:
1)    La restricción del acceso a métodos comunes de suicidio, por ejemplo: armas de fuego y sustancias tóxicas.
2)    La prevención y el tratamiento adecuados de la depresión y del abuso del alcohol y de las drogas (estas son dos medidas contundentes que reducen la conducta suicida).
En este rubro, la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México observó que el 28.6% de la población presentó alguna vez en su vida uno de los 23 trastornos de la Clasificación Internacional de las Enfermedades; el 13.9% lo reportó en los últimos 12 meses, y el 5.8% en los últimos 30 días. Los trastornos más frecuentes fueron: ansiedad (14.3% alguna vez en la vida), seguidos por los trastornos de uso de sustancias (9.2%) y los trastornos afectivos (9.1%), mientras que la edad promedio en que iniciaron dichos trastornos fue a los 21 años.
Cabe señalar que hasta un 39% de los adolescentes mexicanos presentan algún trastorno mental, principalmente trastornos por consumo de alcohol y/o drogas (24.5%), de conducta (14.2%), del estado de ánimo –incluyendo la depresión– (14%), de ansiedad (7%) y con menor frecuencia trastornos de la alimentación.
3)    El mantener contacto y seguimiento con quienes han intentado suicidarse y brindarles apoyo en la comunidad, ya que, por cada muerte, se han dado 20 intentos suicidas.
4)    La información responsable por parte de los medios de comunicación, que incluye la difusión de historias esperanzadoras y no recurrir al sensacionalismo al publicar una noticia relacionadas con conductas suicidas, así como las intervenciones en las escuelas y la capacitación de personal de salud no especializado para evaluar y canalizar a las personas con riesgo de conductas suicidas, también tienen efectos protectores.


Por otro lado, el desconocimiento acerca de la enfermedad mental, por ejemplo, considerar qué síntomas claros de depresión o consumo de sustancias son conductas normales, es un factor que interfiere con la salud mental.


También son enemigos de la salud mental el prejuicio respecto a los tratamientos farmacológicos de los trastornos mentales, la limitación en los presupuestos destinados a la atención de las personas con enfermedad mental y, finalmente, la estigmatización que las personas sufren por padecer alguna enfermedad mental.


En un mundo en donde existe inseguridad, violencia, mayores exigencias laborales y acceso al alcohol y a las drogas, hace necesario promover, proteger y reestablecer la salud mental.


*Dr. Enrique Chávez-León, coordinador de Posgrado de la Facultad de Psicología de la Universidad Anáhuac México y coordinador de las secciones científicas de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL).

Más información:
Facultad de Psicología
Dr. Enrique Chávez-León
ecleon@anahuac.mx