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Campus Siglo XXI

Siglo XXI: Economía de la información y la gestión del conocimiento, académica de la Universidad Anáhuac

La Mtra. Guillermina Mora Basurto, académica de la Universidad Anáhuac, comenta que la economía actual, en la que lo único seguro es la incertidumbre, en la que solo sobreviven las organizaciones que crean nuevos conocimientos, los difunden y los permean rápidamente a nuevos productos y procesos; las empresas e instituciones reconocen la información como un recurso indispensable para ampliar su competitividad y aumentar la calidad de los clientes, desenvolviéndose en el mercado global. Todo esto explica el surgimiento de las denominadas “era de la información” y “sociedad del conocimiento”; y con ellas, la disciplina de la gestión del conocimiento y de un conjunto de técnicas y actividades que conllevan la operacionalización del concepto y de su importancia en función de la eficiencia y eficacia de los procesos. De esta forma, el entorno de la sociedad o economía del conocimiento exige a las organizaciones responder al medio y ello requiere de tener más que recursos, capacidades para asegurar el éxito competitivo en un mundo globalizado.

 

En este sentido, la académica de la Anáhuac comenta que el conocimiento, elemento intangible que se genera en y entre las personas, tiene el potencial de generar riquezas en las organizaciones contemporáneas; pero tenerlo no es suficiente pues éstas deben asegurarse que el conocimiento sea el indicado para llevar a cabo sus actividades; es aquí donde radica la importancia de la gestión del conocimiento, en utilizar la información en función de la toma de decisiones y de la creación e implementación de las ventajas competitivas que harán que la organización extienda su ciclo de vida, sea adaptable a las condiciones ambientales y; por ende, sea rentable. El concepto no es nuevo, se ha escrito al respecto desde 1995 cuando autores como Nonaka y Takeuchi, comentan que el conocimiento es el resultado de un proceso humano y dinámico que se orienta a algún fin, con intención y perspectiva y que se asocia con la pericia, la competencia y la capacidad de actuar de cada individuo.

 

Stanescu, Chete & Giurgiu sostienen que los avances en las tecnologías de información brindan a las organizaciones una multitud de soluciones para recopilar y reutilizar su “know-how” (información en el ámbito empresarial) en todos los niveles jerárquicos; sin embargo su implementación depende en gran parte de la motivación de los usuarios y su capacidad para incorporar los avances tecnológicos en el trabajo diario y en el potencial de lo que serían capaces de hacer al utilizar de forma eficiente dicha información. La llamada economía del conocimiento otorga una gran importancia a la generación, difusión y uso de información en las empresas. Una organización posee un cúmulo importante de conocimiento cuando a través de éste, dicha organización está capacitada para crear y ofrecer un producto o servicio de calidad.

 

“Es así como las empresas han comenzado a identificar y comprender que las personas presentan un factor clave para su competitividad, toda vez que del ser humano surge el conocimiento, es por su acción que éste se transforma, desarrolla, difunde y, en últimas, se aplica productivamente en pro de mejorar el desempeño y los resultados de la organización. “, concluyó la académica.