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Delincuencia y COVID-19

Delincuencia y COVID-19

Esta investigación consistió en analizar los efectos de la pandemia del COVID-19 en las tasas de crimen convencional y crimen organizado en la Ciudad de México. Para esto utilizamos las carpetas de investigación de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para los siguientes tipos de crimen: violencia doméstica, robo sin violencia, robo con violencia, robo de vehículo, lesión, homicidio, secuestro y extorsión. Nuestros datos nos proporcionan observaciones con una temporalidad semanal para los años 2019 y 2020, para las 16 alcaldías de la Ciudad de México.

Nuestra metodología consistió en un estudio de eventos. Estos modelos econométricos, que están de moda en la literatura de ciencias sociales y administrativas, permiten inferir causalidad de manera dinámica. Esta metodología incorpora una serie de dummies (unos y ceros) que distinguen en qué momento en particular sucede la pandemia en la Ciudad de México. Asimismo, nuestra metodología controla por variables que no cambian en el tiempo para cada una de las 16 alcaldías de la ciudad, por lo que las particularidades de cada alcaldía son consideradas. Adicionalmente, se toman en cuenta tendencia y ciclos criminológicos a nivel semanal y anual. Por último, se calculan los errores estándar para cada alcaldía. En suma, tenemos un modelo que, junto con la exogeniedad del evento (independencia del brote de la pandemia con el crimen en la Ciudad de México), nos permite calcular los efectos de manera muy limpia.

Nuestros hallazgos arrojan que algunos crímenes relacionados a la violencia doméstica, robo sin violencia, robo con violencia, robo de vehículo y lesión, disminuyeron durante la pandemia. Por otro lado, crímenes cometidos por bandas organizadas de delincuentes tales como el homicidio, el secuestro y la extorsión, no se vieron afectados por la pandemia en la Ciudad de México. Es decir, aquellos crímenes que son cometidos por una sola persona sí disminuyeron, mientras que los que perpetran bandas de delincuentes, no cambiaron durante el transcurso de la pandemia. 

En resumen, uno puede suponer que los narcos no se quedaron en casa, tal y como las autoridades lo recomendaron, en el punto más crítico de la pandemia del COVID-19 que sucedió durante la primera ola de infecciones. Estos resultados tienen consecuencias directas para la política pública de seguridad en nuestra ciudad. La presencia de bandas criminales que se extienden a lo largo y ancho de nuestro territorio comienzan a hacer de las suyas también dentro de la capital del país. No podemos olvidar el ataque que sufrió el secretario de seguridad en una de las zonas más afluentes de la ciudad, justo en medio de la pandemia. Por lo que, si no se fortalecen los aparatos de seguridad pública y nuestro sistema de justicia penal, podemos acabar en un narco-estado que desestabilice nuestra economía y sociedad. Urge invertir en más capacitación para nuestras policías, en sistemas expeditos de justicia penal, y en protección ciudadana, para que la economía de la ciudad florezca nuevamente.

Dr. Jose Roberto Balmori de la Miyar, profesor investigador y Director de licenciaturas de la Facultad de Economía y Negocios, Universidad Anáhuac México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de CONACYT. 

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Más información:
Dirección de Investigación 
Andrea Pérez Roldán  
andrea.perezro@anahuac.mx