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Educar en contingencia

Educar en contingencia

Ante el proceso de expansión del COVID-19 en nuestro país, en marzo de 2020 se suspendieron las clases presenciales y se implementó el programa Aprende en Casa como una estrategia para mantener, a distancia, los servicios educativos durante la emergencia sanitaria. En este contexto se llevó a cabo el proyecto de investigación Educar en contingencia. La educación básica durante la COVID-19, desarrollado con fondos de la Convocatoria 2020-1 del CONACyT “Apoyo para proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación en salud ante la contingencia por Covid-19” (Número de proyecto 312825) y de #IberoFrentealCOVID19. 

Se trata de un estudio interinstitucional en el que participaron investigadores de la Universidad Iberoamericana, de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad Panamericana, de la Universidad Autónoma de Guerrero y de la Universidad Anáhuac. Su foco de interés era el análisis del aprendizaje durante la contingencia desde tres dimensiones con sus respectivos objetivos:

•    La pedagógica, para analizar los procesos de educación a distancia, implementados a través del programa “Aprende en casa” y sus efectos en los resultados de aprendizaje.

•    La psicológica, interesada en conocer los efectos que produjo la educación mediada por tecnologías en la salud socioemocional de estudiantes y docentes, durante la implementación de dicho programa.

•    La tecnológica, orientada a describir los desafíos del aprendizaje a distancia, el acceso a las tecnologías, el conocimiento que se tiene de éstas, así como el manejo y uso que se les dio al implementar dicho programa.

Para ello se aplicaron más de 185 mil cuestionarios autoadministrados entre estudiantes y profesores que incluyeron 15 variables tales como evaluación, resiliencia, riesgo conductual, o recursos utilizados, entre otras. Una vez que los participantes completaban los cuestionarios se entregaba un reporte automatizado sobre las variables analizadas junto con recomendaciones personalizadas. 

La investigación conservó una participación de distintos estados de la República. Un dato importante que reportan los docentes con relación al contexto de sus instituciones es que el 8.6% se encontraban en una zona rural indígena, el 22.2% fue rural no indígena, el 27.5% es urbano marginado y el 39.5% urbano. 

Principales hallazgos desde lo Pedagógico

Según las respuestas proporcionadas por los docentes, en esta dimensión puede afirmarse que la mayoría se encuentra en un nivel de desarrollo deseable en actividades de planeación sensible a crisis y la interacción directa con las y los estudiantes. Sin embargo, existen áreas de oportunidad relacionadas con los procesos reflexivos y de evaluación remota. En la planeación, lo que más tomaron en cuenta fue la contextualización de aprendizajes, la recuperación de aprendizajes previos y el abordaje de temas sobre el riesgo de contagio por COVID-19. En la ejecución, se ocuparon de promover más el aprendizaje autónomo, el desarrollo de materiales didácticos, la aplicación del programa Aprende en casa y la orientación a padres, madres de familia y tutores. 

En la evaluación, los docentes aplicaron instrumentos que usaban en su práctica presencial antes de la contingencia. Dentro de los más utilizados se encuentran las rúbricas, los portafolios de evidencias, y los exámenes. En contraste, la carpeta de experiencias de Aprende en casa, sugerida para la evaluación remota, fue de las menos utilizadas. En la reflexión sobre el regreso a la presencialidad, declararon estar más preocupados por las condiciones académicas desiguales, por las adaptaciones a las clases y por la deserción escolar; en menor medida les preocupa el uso de las TIC.

Según las respuestas proporcionadas por los estudiantes, en esta dimensión puede afirmarse que la mayoría repasaron temas del curso e integraron temas relacionados con COVID-19 y del programa Aprende en Casa. Los estudiantes declararon que los materiales que usaron en sus actividades escolares les sirvieron para cumplir con la entrega de tareas, pero reconocen que también les sirvieron para expresar sus ideas, ser creativos y aprender. Además, expresaron haber tenido facilidades para entregar sus trabajos, pero también más actividades en esta modalidad. Poco más de la mitad percibe que sus calificaciones reflejan lo que aprendieron y que comprenden la forma en que fueron evaluados, pero más de la mitad también declaran haber sido más evaluados con exámenes y portafolios de evidencias.

Principales hallazgos desde lo Tecnológico

Esta dimensión valora diferentes elementos sobre acceso, conocimiento y uso de la tecnología durante la contingencia. En este sentido, la velocidad promedio de internet de los docentes es de 19.7 MBPs y de 19.39 para los estudiantes. Estos números son razonables, pero hay que considerar que en promedio viven 4.4 personas en los hogares de docentes y 5 en los hogares de alumnos. Todos ellos comparten internet. En cuanto al logro de contacto con los alumnos, los docentes lo indican en un 72% como el deseable. Por otra parte, sobre los recursos utilizados, reportados tanto por docentes como estudiantes, muestran un área de oportunidad, ya que de toda la variedad que se propuso en la encuesta (videos, presentaciones, objetos de aprendizaje interactivos, libro de texto, tareas) lo más utilizado fue libros de texto.

Interesantemente destaca que, en cuanto a las actividades solicitadas por los docentes a los alumnos, no se utilizaron recursos digitales y recurrieron a actividades tradicionales de entrega-recepción por WhatsApp y correo electrónico. En cuanto a la vía de comunicación para el contacto entre docentes, estudiantes y padres de familia fue WhatsApp, ya que el 87% lo usó. Por último, la evaluación se basó de manera preponderante en la tecnología, dado que prácticamente esta fue la única vía para hacerla. Se usó la tecnología para calificar, para comunicar las calificaciones y para dar retroalimentación.

Principales hallazgos desde lo Psicológico

La dimensión psicológica tiene como objetivo estudiar el efecto del confinamiento en términos del bienestar socioemocional a través de la valoración del riesgo psicológico, el riesgo conductual, la capacidad de resiliencia, la regulación emocional y los estilos de afrontamiento con los que cuenta la población evaluada (docentes y estudiantes de educación básica).

De acuerdo con los resultados obtenidos se observa que tanto docentes como estudiantes presentan riesgo conductual elevado asociado a diferentes aspectos como: mayor consumo de bebidas alcohólicas y café (solo en el caso de los adultos), menor calidad y horas de sueño, hábitos de alimentación modificados y un mayor tiempo frente a dispositivos electrónicos (pantallas de tv, celulares, tabletas, computadoras, etc.). Igualmente, se observa la necesidad de atención para trabajar la capacidad de resiliencia, tanto en docentes como en niños, así como potenciar más la capacidad de regulación emocional, en particular para aprender a manejar el enojo, la ansiedad y estrés de forma proactiva, y desarrollar estilos de afrontamiento más productivos, y menos reactivos, que permitan no caer en la autoinculpación, el escape o la evitación, y el aislamiento.

Dicho lo anterior, en términos de demografía nacional, en algunos estados del país se puede apreciar un mayor riesgo psicosocial y conductual, además de existir una relación estadísticamente significativa entre la capacidad de regulación emocional reportada y los riesgos psicológicos y conductuales identificados.

Por otro lado, en las y los menores de educación básica se encuentra una respuesta preferencial en los estilos de afrontamiento marcada por el enojo, probablemente relacionada con las restricciones en la movilidad y la socialización, la percepción de aburrimiento y estrés por la educación a distancia, y la convivencia al interior de la familia en donde se observa un aumento en los incidentes de violencia y comportamiento violento.

Desde el análisis cualitativo de los incidentes críticos que relatan las y los participantes, se percibe la presencia de aburrimiento y apatía entre las y los estudiantes en las clases virtuales, y se presenta como un reto recurrente el poder mantener su atención y motivación durante las clases a distancia. Por su parte, las y los docentes en términos de su bienestar socioemocional reportan síntomas de depresión, ansiedad y estrés, además de situaciones que comprometen su bienestar y salud física, tales como sedentarismo asociado a las clases frente al ordenador, el cansancio ocular por el tiempo excesivo frente a la pantalla, la sobrecarga de trabajo y desgaste físico derivado de atender tanto las labores docentes, como las tareas domésticas y al apoyo escolar que brindan al interior de la familia, en particular las docentes mujeres con hijas o hijos en edad escolar.

¿Cómo se relacionan las tres dimensiones?

Con el fin de conocer la manera en que cada dimensión influye en las demás, se realizó un análisis modificado de las magnitudes del efecto. Para ello se realizaron dos puntos de corte en los encuestados, aquellos arriba (grupo superior) y debajo (grupo inferior) de una desviación estándar en cada una de las tres dimensiones. Se obtuvo el promedio de cada uno de estos grupos para cada variable medida y se obtuvo la diferencia en desviaciones estándar entre el grupo superior e inferior. Las mayores diferencias se encontraron en la dimensión socioemocional. En otros análisis complementarios se refuerza este hecho y se pone de manifiesto la importancia que tuvo, tiene y tendrá la atención a esta dimensión para el posible regreso a la presencialidad.

Recomendaciones generales derivadas de los hallazgos

A manera de síntesis, sería posible formular las siguientes recomendaciones a la luz de los hallazgos. Sobre lo pedagógico, revisar y enfatizar la atención a los procesos de evaluación y reflexión docente. Se abre la posibilidad a realizar evaluaciones diagnósticas de cara al siguiente ciclo escolar. Sobre lo tecnológico, brindar oportunidades para la incorporación de los aprendizajes de este tiempo de contingencia para enriquecer los procesos educativos en el siguiente ciclo escolar; reforzar la infraestructura tecnológica de los centros educativos en el Sistema Educativo Nacional; y brindar apoyo a los docentes por la inversión en tecnología durante este tiempo. Finalmente, sobre lo psicológico, brindar alternativas de cuidado para docentes y estudiantes ante un eventual regreso a clases; cuidar la capacidad de resiliencia y afrontamiento positivo; y diagnosticar la existencia de conductas de riesgo.

Dr. Luis Medina Velázquez, Investigador de la Universidad Anáhuac México (Facultad de Educación). 
Dr. Luis Medina Gual, Investigador de la Universidad Iberoamericana y egresado de la Universidad Anáhuac México (Licenciatura en Pedagogía, generación 2010 y Doctorado en Evaluación Educativa generación 2017). 

*El proyecto de investigación fue desarrollado por el siguiente equipo de investigadores: Luis Medina-Gual y Cimenna Chao Rebolledo, Universidad Iberoamericana Ciudad de México; Luz del Carmen Montes Pacheco, Universidad Iberoamericana Puebla; María del Carmen González Videgaray, Universidad Nacional Autónoma de México, FES Acatlán; María del Pilar Baptista Lucio, Universidad Panamericana; Elvia Garduño Teliz, Universidad Autónoma de Guerrero; Leonardo Daniel Sánchez Rojas y Luis Medina Velázquez, Universidad Anáhuac México; Carlos A. Covarrubias Santiago, Universidad Nacional Autónoma de México, FES Acatlán; Miguel Ángel Rivera Navarro y José Aníbal Ojeda Núñez, Universidad Iberoamericana Ciudad de México. 

Más información sobre el proyecto:

https://sites.google.com/view/tucursovirtual/investigaci%C3%B3n-contingencia

www.researchgate.net/project/Educar-en-contingencia
 

Más información:
Dirección de investigación
Andrea Pérez Roldán
andrea.perezro@anahuac.mx