Pasar al contenido principal
crecimiento económico

¿El crecimiento económico importa?

Hablemos de Economía y de crecimiento. Aunque no seas economista, ni estudies Economía, deberías entender lo siguiente: cuando se habla de “la economía más grande del mundo”, o que “somos la economía número 16 del mundo”, y aseveraciones similares, ¿qué están midiendo? o ¿con base en qué se hace tal afirmación?
 

El tamaño de una economía se mide por el valor de su producción total de bienes y servicios, o sea, de su Producto Interno Bruto (PIB). Entonces, el crecimiento económico se mide con el crecimiento real del PIB. Si se dice que un país creció en tal año al 4%, es porque su producción creció en esa cifra. Si te dicen que un país tuvo un crecimiento de cero por ciento, significa que produjo lo mismo que el año anterior. Pero si tuvo un crecimiento de -3%, significa que su producción fue menor respecto al año anterior.

 

¿Por qué es importante la producción? ¿Cómo se traduce en bienestar y mejora en la calidad de vida de la población? Finalmente, eso es lo que importa, esa es su razón de ser. Si la producción crece, significa que las empresas existentes en un país, de cualquier giro, están produciendo más. Pero también está reflejando que se están creando nuevas empresas.

 

Ambas situaciones se dan cuando hay inversión, los inversionistas nacionales o extranjeros, tienen expectativas positivas sobre el futuro de sus negocios. Tienen confianza en el lugar donde van a invertir y confían en el estado de derecho, marco regulatorio y en la conducción responsable y acertada de la política económica, la cual está a cargo del presidente de la República y su gabinete económico.

 

Cuando hay inversión y creación de nuevos negocios, se genera empleo. Las empresas no “se manejan solas” ni la producción “se hace por sí misma”, aún en el caso de las industrias altamente tecnificadas y robotizadas. La gente con empleo tiene un ingreso para satisfacer sus necesidades de todo tipo. Aquí es donde aparece el bienestar de la población y mejora en su calidad de vida.

 

Desde luego intervienen muchos más factores para hablar de bienestar, como trabajos bien remunerados, seguridad, acceso a la educación y a la salud, por mencionar solo algunos. Pero, sin duda, contar con un trabajo y un ingreso seguro son elementos imprescindibles para la tranquilidad y bienestar de las familias. Así que, si no hay inversión, no hay crecimiento económico y no hay empleos, eso provoca un decremento en la calidad de vida.

 

El economista norteamericano Arthur Okun estableció en los años 60 esta relación inversa entre producción y desempleo. En los años en que el PIB está en expansión, la tasa de desempleo disminuye y viceversa. Esto se conoce como la “Ley de Okun”. La siguiente gráfica muestra esta relación entre crecimiento del PIB y tasa de desempleo en 2021 para 107 países con información disponible en el Economic Outlook database del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicado el pasado 19 de abril.

 

Referencia tabla 1

Fuente: Elaboración propia con datos del Economic Outlook database, International Monetary Fund, April 2022.

 

Podemos observar que la mayoría de países se aglutinan alrededor de una mediana de 5.5% en el crecimiento real del PIB y una mediana de 6.8% de tasa de desempleo. Los países que se salen de ese rango, podemos observar que aquellos con mayor crecimiento en su producción, tienen una menor tasa de desempleo; mientras que aquellos con menor producto muestran mayor desempleo (excepción Fiji, Surinam y Brunei con crecimientos negativos y desempleo no significativamente por arriba de la mediana). México se muestra con el punto naranja, con 4.8% de crecimiento del PIB y 4.1% de desempleo, según los datos del FMI.

 

Regresando a la pregunta central de este artículo ¿El crecimiento económico importa?

 

Responderé con un ejemplo hipotético. Supongamos que hay 3 países en un año determinado (año 0) y los tres tienen un PIB de $100 (el lector puede incrementar los ceros que desee), digamos que parten del mismo punto. Si los 3 países tuvieran la misma (o similar) población, el PIB per cápita sería básicamente el mismo.

 

Ahora supongamos que, a partir de ese año, el PIB del País A crecerá a una tasa constante del 1%, el País B al 2% y el país C al 3%. Mantengamos ese crecimiento del PIB por los próximos 100 años. ¿Cuánto tardará en duplicar su PIB cada país?

 

El país A se tardará 70 años, el país B se tardará 35 años, y el país C se tardará poco menos de 24 años.

Referencia tabla 2

Fuente: Elaboración propia.

 

Para ser más claros con el impacto del crecimiento del PIB, pues pareciera que un punto porcentual más o uno menos no agregan o quitan mucho, hagamos el siguiente razonamiento: comparemos a los niños que nacieron en el año cero en esos tres países. Los niños del país C verán duplicado el PIB de su país cuando estén por cumplir 24 años, digamos que al iniciar su vida profesional. Los niños del país B verán duplicado el PIB cuando tengan 35 años, en plena edad productiva y quizá iniciando una familia y criando a sus hijos. Los niños del país C, en cambio, verán duplicado su PIB cuando tengan 70 años, en la parte final de su vida. ¿Tremendo verdad?

 

Desde luego en ese ejercicio hipotético supusimos que la población no creció, o lo hizo de manera similar entre esos tres países. Las economías más avanzadas del mundo y las economías más dinámicas no se quedan paradas esperando que los rezagados avancen. Así la brecha entre países se hace cada vez más grande.

 

El Fondo Monetario Internacional recientemente ajustó su estimación de crecimiento para México, de este 2022, al pasar de 4% a 2%. La OCDE también ya había recortado sus expectativas de crecimiento del PIB para México, de 3.3% a 2.3%. Por su parte, BBVA también revisó a la baja su estimación de crecimiento, pasando de 2.2% a 1.2%. El Banco de México prevé una expansión del PIB de entre 1.6% y 3.2%, con una estimación puntual de 2.4 por ciento. La calificadora Moody’s estimó que la economía mexicana crecerá 1.1% en 2022, su pronóstico previo era de 1.5%. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público muestra la expectativa más optimista, 3.5% de crecimiento, aunque su estimación previa era de 4.1%.

 

Por supuesto estas revisiones a la baja no son exclusivas de México, la invasión rusa a Ucrania impuso nuevos tropiezos para el desempeño económico mundial, tanto en crecimiento como en inflación.

 

¿Tú qué opinas?

 

Mtra. Judith Santiago Tirado

Coordinadora de la licenciatura en Economía

Universidad Anáhuac Puebla