Pasar al contenido principal
Terapia

¿Por qué cuidar nuestra salud mental además de la física?

Por: Mtra. Olimpia Gómez

Profesora de tiempo completo de la Escuela de Psicología de la Universidad Anáhuac Puebla

 

En el último año y medio hemos vivido una crisis de salud sin precedentes, se han hecho esfuerzos sobrehumanos en todo el mundo para frenarla y proteger la salud física de las personas, sin embargo, es importante preguntarnos si le hemos prestado igual atención a nuestra salud mental.

 

En 1992 la Federación Mundial de Salud Mental propuso el 10 de octubre, como el Día Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de sensibilizar sobre los problemas relacionados con este tema, y movilizar esfuerzos para ayudar a mejorarla (OPS, 2017).

 

De acuerdo con estudios recientes, no sólo quienes se han contagiado, viven secuelas en su salud mental (Mayo Clinic, 2020); el aislamiento social, el cambio repentino en las rutinas cotidianas, y el constante estrés al que nos hemos enfrentado, desencadenarán una pandemia de salud mental (ONU México, 2021), pues los trastornos más comunes que ya existían se han exacerbado, y personas que no los experimentaban, los han desarrollado.

 

Para el 2020, los suicidios en el país aumentaron en 1,088 casos, en comparación con el 2018 (INEGI, s.f.). En la encuesta del INEGI de 2017, 31 millones 317,763 personas mayores de 7 años en la familia, reportaron haberse sentido ansiosas, y 109 millones 289,853 reportaron haberse sentido deprimidas. Más recientemente, la Oficina INCYTU (2018), menciona que el 17% de las personas en México presenta al menos un trastorno mental, y una de cada cuatro lo padecerá como mínimo una vez en su vida.

 

Los trastornos con mayor prevalencia en México son: consumo y dependencia alcohol (11%), consumo de drogas (7.8%), depresión (7.2%), fobia específica (7%), ansiedad (4.5%), fobia social (2.9%) (INCYTU, 2018).

 

De acuerdo con la OMS (2021), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta frase tan sencilla tiene implicaciones profundas en la concepción del bienestar de las personas. Quiere decir, en su sentido explícito, que el hecho de no estar enfermos, no implica que gocemos de salud, más implícitamente, se vincula a la salud con totalidad, la totalidad de la persona, en sus dimensiones física, mental y social.

 

Por otro lado, el bienestar, en sentido estricto se relaciona con una vida holgada o abastecida de lo necesario para que la persona se encuentre bien y tranquila (RAE, 2021). Aunque podría ser fácil identificar las condiciones necesarias para el bienestar, este también se relaciona con la subjetividad, es decir, la evaluación de la calidad de vida desde la propia perspectiva (Calleja y Mason, 2020).

 

Considerando lo anterior, se hace patente la necesidad de ampliar nuestra concepción sobre la salud e incorporar a la mente y las emociones de las personas, así como su perspectiva sobre su calidad de vida, en dicho estado de bienestar y equilibrio.

 

En el 2018, las Naciones Unidas se comprometieron para que, en el año 2030, todas las personas tengan a alguien a quien recurrir en apoyo de su salud mental, de forma libre de estigma y discriminación. Por lo que el secretario general de Naciones Unidas comentó que “Si cambiamos nuestra actitud hacia la salud mental, cambiamos el mundo” (Gutteres, 2018).

 

Aunque los esfuerzos son internacionales y enormes, cada quién es responsable de liderar un cambio. En un país donde los servicios de salud mental han quedado rezagados durante la pandemia (ONU México, 2020), sólo una de cada cinco personas con trastornos mentales reciben tratamiento (INCYTU, 2018), los factores de riesgo de suicidio se han visto acrecentados (ONU México, 2020), y existe un psicólogo por cada 300 mil habitantes (UNAM Global, 2018),  por lo que se vuelve indispensable psicoeducar y recordar que la salud abarca a toda la persona, es un bienestar tanto objetivo como subjetivo, que debe observarse en todas las áreas de las personas y protegerse por especialistas.

 

En este sentido, la Escuela de Psicología de la Universidad Anáhuac Puebla, refrenda su compromiso con las personas y la comunidad a través de dos acciones fundamentales: Formar psicólogas y psicólogos con excelente formación profesional, ética y humana, que se comunica con asertividad y responsabilidad, estableciendo relaciones genuinas, con profundo respeto a la dignidad de las personas. Poner a disposición de las y los poblanos, los servicios de la Clínica de Psicología, donde laboran tanto egresados, como profesionales de la salud mental, psicólogos y psiquiatras, con el más alto sentido ético y calidad profesional.

 

 

Referencias:
Gutteres, A. (2018) Mensaje del Secretario General por el Día Mundial de la Salud Mental. https://bit.ly/3FohUW9 
Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión, del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (2018). Salud mental en México. https://www.foroconsultivo.org.mx/INCyTU/documentos/Completa/INCYTU_18-007.pdf
Organización Panamericana de la Salud (2017). 10 de octubre. - Día Mundial de la Salud Mental 2017: Salud mental en el trabajo. https://bit.ly/3DlwWKC
Salud Mental. htps://www.inegi.org.mx/temas/salud
Servicio de Investigación y Análisis División de Política Social, Cámara de Diputados, LIX Legislatura (2003). La salud mental en México. htp://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/SaludMentalMexico.pdf