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Recorriendo los rincones de Suiza

Recorriendo los rincones de Suiza

Por Anel Bauer

Entre los lagos de Thun y Brienz se esconde la pequeña pero muy dinámica ciudad de Interlaken, famosa por su impresionante panorama de los Alpes Berneses y sus múltiples rutas para visitar los lugares más extraordinarios de Suiza.

Después de un paseo sobre la calle Högeweg, donde ríos de turistas visitan la gran variedad de restaurantes, cafeterías y tiendas de souvenirs, nos dirigimos a la estación de ferrocarril de Interlaken Ost.

A través de un impresionante escenario nos topamos con las emblemáticas montañas Eiger y Wetterhorn, dominando una aldea ubicada en un hermoso y verde valle llamado Grindelwald, llena de tradiciones y costumbres vivas.

En la primera mitad del siglo pasado, cuando el alto montañismo se practicaba principalmente en los Alpes de Europa Central, conquistar la “Eiger Nordwand” (Pared Norte del Eiger) constituía por su gran dificultad un reto muy especial. Algunos alpinistas lo lograron, algunos no.

A nuestra llegada a la estación de FFCC Grindelwald, fácilmente abordamos un autobús que nos llevó por la calle principal, hasta el cementerio, con todo y maletas, debíamos llegar a la cabaña que se encontraba cuesta arriba en las faldas de la montaña.

¡El esfuerzo valió la pena! Entrando a la sala, nos cautivó de inmediato la vista al Wetterhorn, de donde se asomaba un deslumbrante glaciar con distintos tonos de azul.

Para aquella noche hicimos una reservación en el cercano restaurante del Hotel Kirchbühl, donde disfrutamos de una exquisita fondue, probablemente la mejor que jamás hubiésemos probado, con la mezcla y la textura perfecta.

Dedicamos dos días para deslizarnos entre los 50km de pistas para esquiar que ofrece Grindelwald-First, seducidos por la impresionante vista a la cara norte del Eiger.

Pero la aventura no podía parar, teníamos la necesidad de seguir saboreando el aire puro de las montañas, por lo que decidimos volar a toda velocidad sobre el Oberland Bernés a través del First-Flieger, una tirolesa con 800 metros de longitud que alcanza una velocidad de 84 km por hora. La adrenalina y la sensación de experimentar el vacío no fue tan fascinante como la emoción de sobrevolar los Alpes con una vista privilegiada rodeada de innumerables cumbres.

Nuestro último objetivo a través de esta región fue llegar a la estación de ferrocarril más alta de Europa, el Jungfraujoch, conocido como “Top of Europe” (3466 m.s.n.m.).

Grindelwald es el punto de partida ideal para iniciar este recorrido. Después de 35 minutos de travesía, se llega al puerto de Kleine Scheidegg donde se toma un tren cremallera construido en el año de 1912 que atraviesa  las entrañas de los Alpes hasta llegar al mirador Sphinx, del cual, desde una perspectiva distinta, admiramos una vez más el glaciar Aletsch. ¡Una experiencia inolvidable y un digno punto culminante de nuestro recorrido!

Hay destinos alpinos más famosos y prestigiosos, pero Grindelwald, en el corazón de Suiza, a los pies y envuelto en la magia y el encanto de las montañas Eiger, Mönch y Jungfrau cautiva a sus visitantes como pocos.