Cada octubre el color rosa tiñe hospitales, empresas y redes sociales. Es el mes en el que se nos invita a “crear conciencia” sobre el cáncer de mama. Sin embargo, con frecuencia ese mensaje se queda en la superficie: campañas de detección temprana, moños, caminatas, fotos. Sin restarles valor, debemos ir más allá. La sensibilización real no solo implica prevenir, sino también acompañar y comprender lo que significa sobrevivir al cáncer de mama.