Casa Común Chris
Por la Dra. Elena Soto Vega
El congreso de Razón Abierta se realiza cada dos años, se trata de un foro de encuentro de investigadores y docentes. La pasada edición se realizó en la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid, España. El tema del foro fue Ecología Integral, con el objetivo de que los asistentes comprendieran la realidad que se está viviendo en el mundo, y como colaborar en el cuidado de la “casa común”, se abordaron temas de antropología, ética, ecología, medicina, negocios, leyes, milicia, entre otros, todos con el único fin de entender el medio ambiente, la contaminación, el cambio climático, salud, la pérdida de biodiversidad y los problemas con el agua.
El foro tuvo como pilar la encíclica Papal “Laudato si”, publicada por el Papa Francisco I en el 2015; en la que destaca la interconexión entre la justicia social, la paz y la ecología integral, siendo ésta, un llamado a la humanidad para asumir la responsabilidad de proteger el planeta y sus habitantes más vulnerables, a ser cuidadores y responsables de la “casa común” ya que el bienestar humano está intrínsecamente ligado al bienestar del medio ambiente. La contaminación del aire, del agua y del suelo, así como el cambio climático tienen efectos directos sobre la salud.
Los cambios en los patrones de temperatura y el clima de nuestro planeta derivados de la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura, actividades que liberan grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera, provocando un calentamiento del planeta, de manera similar a lo que ocurre en un invernadero. La temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado 1.1 grados Celsius, generando fenómenos como olas de calor, huracanes, sequías y el derretimiento de los glaciares. Los científicos han planteado un umbral crítico en el que los efectos del calentamiento global se volverían irreversibles, y este llegaría si el calentamiento supera los 1.5 a 2 grados Celsius, lo que se ha denominado como punto de no retorno.
El cambio climático y la salud
El cambio climático representa un desafío complejo y urgente para a salud pública, por lo que se requiere una acción coordinada a nivel global, nacional y local, con estrategias de mitigación y adaptación que protejan la salud humana y la sostenibilidad ambiental.
El aumento de la temperatura empeora la calidad del aire al incrementar los niveles de ozono troposférico, partículas finas y otros contaminantes, que exacerban las enfermedades respiratorias como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva y enfermedades cardiovasculares, por otro lado, las olas de calor provocan los llamados golpes de calor que pueden causar desde deshidratación hasta resultar mortales, al aumentar el estrés cardiovascular, lo que puede provocar eventos como infartos y accidentes cerebrovasculares o el desarrollo de una insuficiencia renal aguda. Estos cambios en la temperatura las estaciones de polen se están alargando y los niveles de alérgenos están aumentando, exacerbando las alergias respiratorias. El cambio climático además a modificado la distribución geográfica de enfermedades asociadas a vectores, por ejemplo mosquitos y garrapatas, expandiéndose a regiones en donde no eran comunes, por lo que la incidencia de enfermedades como el dengue, la malaria, enfermedad de Lyme, Chikunguya y Zika entre otras va en aumento, aún en regiones en donde no eran comunes.
Las precipitaciones pluviales son más violentas lo que produce inundaciones que provocan brotes de cólera al contaminar las fuentes de agua potable, o bien propagan virus y bacterias asociados a enfermedades gastrointestinales. La falta de acceso a agua potable y alimentos seguros aumenta el riesgo de enfermedades y muerte prematura. También se están presentando sequías más extremas que alteraran la producción agrícola, lo que genera cambios en la disponibilidad y calidad de los alimentos, ocasionando en las poblaciones vulnerables enfermedades relacionadas con la nutrición.
El cambio climático obliga a las comunidades a desplazarse, lo que conlleva a condiciones precarias de vida, falta de acceso a servicios de salud y aumento de la vulnerabilidad a enfermedades.
En términos generales los eventos climáticos extremos y los cambios ambientales tienen además efectos adversos en la salud mental, los individuos que las padecen sufren de estrés postraumático, ansiedad y depresión como resultado de los desastres naturales.
El cambio climático actúa como un multiplicador de riesgos para muchas enfermedades, combatir estas enfermedades requiere esfuerzos coordinados en salud pública, mitigación del cambio climático y protección de las poblaciones vulnerables.
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