La Dra. Elena Soto, destacada investigadora de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac Puebla, ha compartido un notable logro en el campo de la medicina, quien junto al Dr. José Carlos Arroyo Kuribreña y sus alumnos Génesis Salgado, Carlos Arroyo, Samia Gómez y Sigrid Vital, han llevado a cabo una investigación en el uso de tecnología médica innovadora.

El enfoque de esta investigación se centró en un problema común pero crucial que surgió durante una prostatectomía asistida por robot: la migración de un clip quirúrgico conocido como Hem-o-lok. Estos clips, utilizados para ligar tejidos durante procedimientos quirúrgicos, son generalmente seguros y eficientes. Sin embargo, durante una cirugía robótica específica, uno de estos clips se desplazó de su ubicación original debido a un cierre imperfecto.

Lo que hace extraordinaria esta investigación es la solución ingeniosa que se implementó para abordar este inconveniente. Ante la falta de instrumental específico para la extracción del clip migrado, el equipo de la Dra. Soto recurrió a una herramienta inesperada: una pinza panendoscópica, originalmente diseñada para biopsias.

Este uso no convencional de la pinza demostró ser altamente efectivo, proporcionando una solución simple y eficiente para el problema en cuestión. Además, abre nuevas perspectivas sobre la versatilidad del equipamiento médico existente y destaca la importancia de la creatividad y la adaptabilidad en el campo de la medicina.

El trabajo de la Dra. Soto, el Dr. Kruribreña y los estudiantes destaca la importancia de la innovación en la práctica médica y subraya cómo la combinación de conocimientos especializados y pensamiento lateral puede conducir a avances significativos en el cuidado de la salud. Este estudio no solo ofrece una solución práctica a un desafío clínico específico, sino que también inspira a futuros investigadores a explorar nuevas aplicaciones para tecnologías médicas existentes.