El 7 de abril es el Día Mundial de la Salud, ya que un día como hoy, pero de 1948, se fundó la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo de la Organización de las Naciones Unidas responsable de realizar políticas sobre la promoción, prevención y manejo de todos los temas relacionados a este eje trascendental.
 

Para hacer conciencia sobre dicha asignatura, su importancia y cómo preservarla, primero tenemos que definirla. La salud, según la OMS, es el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades; bajo este contexto, la definición abarca más allá de las patologías físicas, es un desequilibrio en cualquier ámbito de nuestra vida.
 

Partiendo de lo anterior, entenderemos la relevancia de cuidar nuestro cuerpo, por dentro y por fuera, procurando estar en equilibrio; ejercitarse, comer sanamente e ir a revisiones médicas, así como de cuidar nuestras emociones, relaciones, trabajo, pensamientos y medio ambiente.
 

Este año, debido al aumento de contaminación en el mundo, el cambio climático y su relación con muchas enfermedades, se ha decidido dedicarlo a la salud de nuestro planeta. No debemos de olvidar que, al ser sociales, estamos en constante conexión con el planeta y es por esto que debemos de cuidarlo, mantenerlo limpio y evitar contaminarlo.
 

Te invito a reflexionar sobre lo que haces día a día por tu cuerpo, tu alma, tus seres queridos y el planeta. ¿Tienes alguna actividad física favorita? ¿Qué tal si decides subir las escaleras en lugar del elevador? ¿Comes frecuentemente frutas y verduras? ¿Y si hoy cambias el refresco por un vaso de agua natural? ¿Cuándo fue la última vez que saliste con tus amigos por un café? ¿Te gusta rezar o meditar? ¿Cuidas el agua y recoges la basura?

Pequeños cambios en tu rutina harán que nuestra salud y nuestro mundo puedan mejorar.

 

Dra. Claudia María Casas Nader

Profesora de tiempo completo de la Escuela de Medicina