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NUTRICIÓN

Importancia de la nutrición en la prevención de las infecciones de transmisión sexual

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son un problema de salud pública que afecta a individuos de todas las edades, pero especialmente aquellos entre 15 a 24 años. Según datos del 2018 de la CDC, en Estados Unidos, 1 de cada 5 estadounidenses actualmente tienen una infección de transmisión sexual, siendo las más frecuentes infecciones por Clamidia, Tricomona, herpes genital y virus del papiloma humano.
 

Las infecciones de transmisión sexual de no ser tratadas, pueden generar complicaciones serias para la salud como infertilidad, provocar malformaciones fetales, inducir abortos espontáneos, cirrosis o cáncer hepático (causado por Virus de Hepatitis), Inmunodeficiencias severas (VIH), trastornos del sistema nervioso graves (Sífilis), Cáncer cervicouterino (VPH) e incluso la muerte por infecciones graves, por lo que la prevención de las ITS debe ser una prioridad en las estrategias de salud pública.
 

La educación es la piedra angular en la prevención de las ITS. Dentro de las estrategias para la prevención de esta y otras infecciones, es el fortalecimiento del sistema inmunológico y el papel de la nutrición es clave en este proceso.  Aún cuando un alimento en particular no evita directamente la contracción de una ITS, en individuos expuestos a situaciones de riesgo, no llevar una alimentación balanceada, si puede aumentar la probabilidad de adquirir una infección de transmisión sexual, a que esta tenga manifestaciones de mayor gravedad o que se transmita con mayor facilidad.
 

Patrones alimentarios con una ingesta alta en calorías, grasas saturadas, azúcares y baja en omega-3 (presente en mariscos y frutos secos) y fibra (presente en cereales integrales, frutas y verduras), promueven el mal funcionamiento del sistema inmune y nos ponen en riesgo de sufrir mayor número de enfermedades, no solo infecciosas sino también crónicas.
 

De manera particular se ha asociado la deficiencia de algunos micronutrientes con la disfunción inmune como es el caso de la vitamina A (presente de manera predominante en frutas y verduras).  Algunos estudios muestran que las infecciones de transmisión sexual pueden transmitirse con mayor facilidad si existe deficiencia de este micronutriente, esto puede deberse a que algunos nutrientes como la vitamina A regulan la función de los linfocitos T (Células importantes en el reconocimiento y eliminación de agentes invasores), junto con otros micronutrientes como la vitamina B9 o ácido fólico, vitamina D y el zinc.
 

Por lo tanto, es importante prevenir enfermedades cuidando nuestra alimentación. Algunas pautas generales a considerar son la ingesta regular de cereales integrales (preferirlos sobre los blancos), consumo diario de frutas y verduras (3 verduras, dos frutas como mínimo), consumo regular de pescado y de alimentos que promuevan una microbiota saludable (Yogurt, Kefir, Jocoque) y moderar alimentos ricos en grasas, azúcares simples y exceso de calorías (Fácilmente identificables por el nuevo sistema de sellos de la secretaría de salud).
 

Cuidemos nuestra salud de manera diaria y consciente.
 

Dra. Rosa María Luna Rosas 

Docente de la Licenciatura en Nutrición de la Anáhuac Puebla