Jóvenes Anáhuac Puebla viven el Jubileo y saludan al Papa en Roma
La Universidad Anáhuac Puebla reafirma su compromiso con la formación integral de sus alumnos a través del Modelo Educativo Anáhuac, diseñado para desarrollar líderes de acción positiva mediante una experiencia formativa que abarca las dimensiones profesional, intelectual, humana, social y espiritual, inspirada en los valores del humanismo cristiano.
Reflejo de esta visión, 35 alumnos de distintos programas académicos —entre ellos ingeniería, administración, gastronomía, derecho y psicología— participaron en el Anáhuac Summer Experience 2025, una vivencia internacional que los llevó a recorrer Italia y Suiza durante dos semanas de crecimiento académico, cultural y espiritual.
El programa inició el 20 de julio en Italia, con un curso impartido por el Padre Alberto Carrara, experto en bioética y transhumanismo, quien abordó los desafíos éticos del uso de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, posteriormente, los alumnos exploraron ciudades emblemáticas como Massa Lubrense, Positano, Amalfi, Florencia, Lugano y Locarno, donde vivieron la riqueza cultural europea en un entorno de reflexión y liderazgo.
Uno de los momentos más significativos fue su participación en el Jubileo de la Juventud en el Vaticano, un evento que solo ocurre cada 25 años y que reunió a más de un millón de jóvenes líderes de todo el mundo. En este contexto, los estudiantes lograron entregar al Papa Francisco durante su recorrido una figura de “Leonel”, la mascota institucional de la universidad, en un gesto simbólico que fue recibido por uno de los guardias del pontífice, en medio de una multitud emocionada. El Papa los saludó con una sonrisa, marcando un instante que quedará grabado en su memoria para siempre.
La experiencia concluyó con el Encuentro Mundial de Regnum Christi, realizado en el Colegio Internacional de los Legionarios de Cristo, junto a más de 5,000 jóvenes de distintas nacionalidades.
El Anáhuac Summer Experience representa una oportunidad única para reforzar conocimientos, abrir horizontes y compartir con culturas diversas, además de ser un espacio de profunda introspección que reafirma la misión de la universidad y seguir demostrando que la formación universitaria va más allá del aula, construyendo puentes entre la excelencia académica y el crecimiento personal, en un marco de fe, cultura y liderazgo.