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alcohol

¿Por qué celebrar “El día mundial sin alcohol”?

El objetivo de hacer mención en este día va más allá de no comprar ni consumir en este día bebidas que contienen alcohol, más bien es para hacer conciencia a las personas, las familias y a la sociedad sobre los riesgos que conlleva el consumo (principalmente no moderado) del alcohol.
 

¿Cuáles son los riesgos y consecuencias que trae el consumo no moderado de alcohol?

 

El consumo desmedido de alcohol conlleva a diversas consecuencias personales, familiares y sociales a corto mediano y a largo plazo. En los riesgos personales conlleva a consecuencias negativas para la salud física y mental como es daño al hígado (entre otros), problemas mentales y aumento de riesgo de depresión y ansiedad. En la familia y en la pareja también genera consecuencias a mediano y a largo plazo como lo son problemas de comunicación, afectación en la conexión emocional y en el caso del hombre repercute también en afectaciones de disfunción eréctil y en la mujer en disminución de la lívido, entre otras más. En el impacto económico repercute también de forma personal familiar y socialmente en los costos de la atención médica además de la sobre carga de los servicios de salud y de emergencias de los hospitales, además de la pérdida de la productividad correspondiente.

A nivel comunidad también hay varias afectaciones; en la seguridad pública como mayor incidencia de accidentes de tráfico, aumento de la violencia social y doméstica e incluso también incremento de la criminalidad. Según la organización mundial de la Salud (OMS) el consumo nocivo del alcohol mata a más de 3 millones de personas al año lo que representa 1 de cada 20 muertes, tres cuartas partes de esas muertes corresponden a hombres y en general, el consumo de esta substancia causa más de 5% de la carga mundial de morbilidad. En un estudio en el 2016 se encontró que, de todas las muertes atribuibles al alcohol, el 28% se debieron a lesiones por accidentes de tránsito. Autolesiones y violencia interpersonal, el 21% a trastornos digestivos, el 19% a enfermedades cardiovasculares y el resto a enfermedades infeccionas, cánceres, trastornos mentales y otras afecciones.

En definitiva todos los países y por su puesto México deben de realizar medidas en la inherencia de la Salud Pública para tener un mejor control del consumo de estas bebidas, para también así disminuir los costos sanitarios y sociales por las afectaciones referidas:  Aumento a los impuestos de las bebidas alcohólicas, prohibición, control y restricción de la publicidad del alcohol, control y restricción de la disponibilidad de alcohol y supervisión y actualización de las políticas públicas deberían ser unas de las correspondientes prioridades, mientras en casa: comunicación con nuestros hijos, fomentar el ejercicio personal y las dinámicas proactivas familiares, establecer reglas en la casa y predicar con el ejemplo son un muy buen ejercicio para enfatizar en el objetivo principal de sensibilizar y hacer conciencia sobre el impacto por el consumo no controlado del alcohol.

 

Por el Dr. José Castell Martínez

Especialista en Salud Publica y Medicina Preventiva

Profesor de la Escuela de Ciencias de la Salud