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¿Imaginas mejorar tu experiencia universitaria con un intercambio en Corea?

Estudiar en el extranjero es mucho más que tomar clases en otro idioma: es abrir la mente, romper rutinas y descubrir el mundo desde nuevas perspectivas. Corea del Sur se ha convertido en uno de los destinos favoritos para los jóvenes que buscan vivir una experiencia cultural intensa, segura y llena de aprendizajes. En esta entrevista Andrea, estudiante de Relaciones Internacionales, nos comparte cómo fue su paso por este país, los retos que enfrentó y cómo esta vivencia marcó un antes y un después en su vida personal y profesional.

 

¿Cómo decidiste estudiar en Corea del Sur?

  • Un año antes, una amiga se fue a la universidad que yo fui. Veía sus historias, me contaba todas las cosas que hacía, los lugares que conocía y lo diferente que era vivir en un país que tiene una cultura tan distinta a la nuestra y me dieron muchísimas ganas de experimentarlo por mí misma.

¿Cómo crees que estudiar en Corea del Sur impactó en tu desarrollo personal y profesional en un futuro?

  • Pues para el desarrollo profesional yo me fui a una escuela que estaba especializada en estudios internacionales y todas las clases que tomé eran de mi carrera. Así, la mayoría de mis compañeros estudiaban lo mismo, Negocios o algo afín, entonces era muy enriquecedor tomar clases con ellos y ver cuáles son las visiones que tienen sobre los mismos temas que nosotros aquí en México. 

    También que tenían maestros muy preparados. Nos leían su currículum el primer día de clases que se presentaban, yo decía “¿Cómo puedo estar tomando clases con esta persona?”. Incluso dentro de la misma universidad eran eminencias y otros profesores se referían a ellos con muchísimo respeto. Me ayudó a darme cuenta de que hay cosas que puede ser que no tenga la oportunidad de volver a vivir y aunque pueda volver a ir a Corea, no voy a poder tener tal vez la oportunidad de estar tanto tiempo o de conocer cosas con tanto detalle como esta vez. A mí me ayudó mucho a aprender a tomar todas las oportunidades que se me presenten.

¿Cómo fue tu experiencia con los estudiantes? Tanto con los internacionales como con los mismos coreanos.

  • Por un lado, mi roomie era coreana y al principio fue un poco difícil porque no están muy acostumbrados a ser abiertos con personas que no conocen, pero ya una vez que empezamos a agarrar confianza, de repente salíamos a comer o platicábamos en el cuarto. Por otro lado, con los estudiantes extranjeros, fue mucho más fácil porque todos estamos en este plan de querer hacer amigos. Estuve con gente de países que tal vez en mi vida pueda visitar, pero conocerlos a todos estando en el mismo lugar, en el mismo salón de clase, haciendo trabajos pues fue bastante divertido y es muy emocionante ver cómo todos se juntan. 

    Es más fácil obviamente que te lleves con estudiantes que hablan tu idioma. Yo me llevé muy bien con argentinos y uruguayos. Además, había muchísimos mexicanos que hicieron todo más divertido. 

En cuanto al sistema educativo, en Corea del Sur, ¿cómo es a comparación del mexicano?

  • Pensé que sería mucho más diferente. Sí son muy exigentes en cuestión académica, pero tienen un sistema diferente para alumnos extranjeros y coreanos entonces, como todas mis clases las tomaba en inglés, todos mis compañeros eran extranjeros de todas partes del mundo. El sistema era muy similar a México. A veces es más como un debate entre alumnos y maestros y eso a mí me gustó muchísimo. 

¿Dirías que no se parece en nada la cultura a la mexicana?

  • Es muy diferente a lo que estamos acostumbrados aquí. Ellos están acostumbrados a vivir muy individuales. Eso a mí me gustó, pero sí, al principio fue un shock que pues no es común que las personas te saluden en la calle o que hagan plática contigo si no te conocen, pero una vez que los conoces o que te tienen confianza son muy abiertos. Es muy padre. 

¿Cuál fue tu primer impacto al llegar a Corea del Sur, tanto en la ciudad como en la universidad?

  • Yo tenía una visión de que iba a ser totalmente diferente y que yo iba a estar perdida porque no sabía hablar nada de coreano, estaba en ceros. Eso me asustaba un poco, pero hay muchas cosas que están en inglés y la gente al verte extranjero sí te trata de ayudar

En cuanto al idioma, ¿cómo lo manejaste durante tu estancia? 

  • Traté de aprender algunas palabras básicas antes de llegar. La verdad es que no es necesario saber coreano para ir y más porque a la universidad a la que yo iba está en Seúl, entonces es normal que la mayoría de las cosas estén en inglés. Además, allá ofrecen cursos gratuitos que me ayudaron muchísimo. 

¿Entonces sí es amigable para el turista o alguien extranjero para convivir?

  • Sí yo creo que sí es amigable. No se siente que estés perdido; incluso hasta me sentía abrazada por la comunidad.

Para los estudiantes que se animen a ir a Corea del sur, ¿Qué lugares en este país recomendarías visitar más en el ámbito turístico? 

  • Los templos son hermosos porque la mayoría siguen estando en uso. Pude ver cómo se vive dentro de esos lugares. Había muchos templos para muchas religiones y eso a mí me gustó bastante.

    También queda un poco lejos, no está cerca de Seúl, pero Busan creo que es una parada obligada. Las vistas también son muy bonitas, el mar es muy tranquilo y la vibra se siente diferente. Es un estilo de vida mucho más tranquilo y relajado que en Seúl. Las veces que fui a Busan me encantó. Yo creo que también recomendaría ir a otros lugares que tal vez no sean tan turísticos, o sea, ir tal vez a un pueblito o a un paseo en metro o en tren a otro lado; comprar un ticket de tren que no sepa a dónde te va a llevar y te regrese ese mismo día, porque puedes encontrar cosas muy bonitas. Corea tiene lugares muy bonitos y extremadamente avanzados tecnológicamente como Gangnam, que es como el centro financiero. Ves edificios y pantallas enormes. Luego puedes ir a un pueblito, que todo es mucho más tradicional. Es muy lindo el contraste que puedes encontrar entre estas dos cosas.

¿El costo de transporte entonces lo consideras accesible? 

  • Para mí sí. Más porque tienen una tarjeta de transporte. El costo más o menos era como de 20 a 25 pesos por traslado, pero con la tarjeta puedes pagar 5, 15, 20 o un mes de transporte. Yo desde que la compré vi de verdad cómo se redujeron enorme mis costos. 

 

Estudiar en Corea del Sur no solo significa salir del país, sino salir de tu zona de confort para crecer en todos los sentidos. Desde probar sabores nuevos hasta trabajar en equipo con personas de todo el mundo, cada experiencia suma. Si tienes la oportunidad de lanzarte a vivir un semestre allá, no lo dudes. Corea te va a retar, a sorprender y a dejarte recuerdos que te acompañarán toda la vida. 

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