Skip to main content

4 recomendaciones para sobrevivir al mobbing en la oficina

4 recomendaciones para sobrevivir al mobbing en la oficina

Yo fui un niño bulleado.

En una época en la que ni siquiera existía un adjetivo para describir al acoso escolar, lo sufrí en carne propia. El nombre del pequeño que me martirizaba aún resuena en mi interior. Ir a la escuela se convirtió en una pesadilla en más de una ocasión. Porque tarde o temprano el miedo se materializaba y una vez más me encontraba al centro de una escena en la que yo sufría y los demás reían.

Ahora entiendo que no lo debí de haber permitido, pero con diez años, un cuerpo larguirucho que aún no se había desarrollado, y un grupo de maestros extranjeros que preferían mirar al otro lado, no supe cómo detenerlo.

Como si fuera un fantasma de mí mismo, ayer vi a un niño destrozado porque alguien más le arrebató su dibujo para tirarlo en el cesto de basura. Estaba herido. Enojado. Apenas alcanzaba a explicar lo sucedido. Unos enormes lagrimones se formaron en sus ojos y en ellos encontré el reflejo de un dolor añejo; el de mis propios miedos.

MOBBING: EL BULLYING EN EL TRABAJO

El acoso escolar sigue siendo una realidad. Según un estudio de la ONG International Bullying Sin Fronteras para América Latina y España, el fenómeno va en aumento y México se ha convertido en el país con más casos de bullying en el mundo. Se estima que 7 de cada 10 niños mexicanos sufren de algún tipo de acoso en su escuela.

Y el problema no termina ahí.

Los tentáculos del bullying se extienden al lugar de trabajo. Prácticas escolares se replican en las oficinas generando heridas en los empleados, afectando su productividad y creando una atmósfera laboral nociva. Al fenómeno se le conoce como mobbing y aunque normalmente no hay violencia física, sí hay discriminación, humillación y maltrato emocional.

En 2014 OCC Mundial realizó un estudio y determinó que el 44% de los profesionistas en México ha sufrido acoso laboral en algún momento de su carrera.

Si el trabajo te aleja de ti mismo, de tu verdad, de tu sueño quizás sea momento de replantearte qué haces ahí.

El rol de los jefes en el lugar de trabajo es crucial para detener al fenómeno. Si ellos no lo permiten, si ellos respetan a cada uno de los integrantes de su equipo de trabajo y entienden que la diversidad nos hace más fuertes, no hay manera de que el mobbing persista. Lamentablemente muchas veces son los mismos líderes los que lo inician y lo incentivan. Los que lo alimentan.

¿CÓMO SOBREVIVIR A UN AMBIENTE LABORAL CON MOBBING?

Si en algún momento te toca trabajar en un ambiente laboral hostil, en el que el mobbing sea una constante, es importante que sepas qué hacer y cómo comportarte. A diferencia de un niño que no siempre tiene el poder de decisión para cambiarse de escuela, como profesionista tú decides cuánto tiempo deseas trabajar en algún lugar. Recuerda que el trabajo siempre debe de abonar a tu vida personal, no solo en lo económico, sino que también en lo emocional y en lo intelectual. Aquí te presentamos cuatro puntos a ejecutar si en algún momento eres víctima del mobbing.

1. Afróntalo. Si te encuentras en un ambiente en el que el acoso es una práctica del día a día, tienes dos opciones: intentar esconderte en un rincón o levantar la voz para dejar claro que no estás dispuesto a tolerarlo. Hacerlo requiere de valor y de seguridad en ti mismo, sobre todo cuando eres el nuevo, el diferente o (por increíble que parezca) el que ha cumplido con su trabajo. Esto se vuelve aún más complicado cuando el acosador es tu superior o, peor aún, el dueño de la empresa.

Sin importar quién sea tu interlocutor, levantar la voz ayuda a dejar claro cuáles son tus límites y sirve como advertencia: si alguien los transgrede vas a defenderte.

2. Si puedes, evita las peleas. Una cosa es estar preparado para la batalla y otra exponerte a los pleitos. Si puedes evita la convivencia con aquellos personajes que sabes conflictivos. Trata de no engancharte en discusiones inútiles y elige bien las batallas que librarás. Pero de nuevo: no permitas que nadie transgreda la línea del respeto que mereces.

3. Haz aliados. Puede parecer difícil entablar relaciones de amistad en ambientes laborales conflictivos, pero la unión hace la fuerza. Encuentra compañeros que piensen como tú, acércate a ellos, convive y disfruta de su compañía para hacer la jornada más llevadera. Busca la manera de crear tu propio microentorno y no dejes que éste sea definido por lo que se respira a tu alrededor. Apóyate en estos aliados para mantenerte fiel a tu verdad, aunque los acosadores laborales te estén rondando.            

4. No dejes que te transformen. Una posible reacción ante el mobbing es convertirte en un acosador. Unirte a ellos, seguir sus prácticas, reír con sus chistes. Y en un caso más extremo: ser tú mismo quien discrimina, quien humilla, quien hace sentir mal al otro porque tu posición te lo permite.

No lo hagas.

No dejes que un ambiente de trabajo tóxico te transforme. Estás ahí por voluntad propia. Y aunque tengas necesidades económicas hay cosas que no debes permitir. Si el trabajo te aleja de ti mismo, de tu verdad, de tu sueño quizás sea momento de replantearte qué haces ahí.

Y con tu ejemplo, con tu determinación, dejar claro que hay cosas intolerables. Que sólo levantando la voz se acabarán los dibujos en la basura, los golpes en los pasillos, las burlas en la oficina, las humillaciones a media junta, el bullying, y también el mobbing.

(Agradecemos a Entrepreneur.com la autorización para replicar este artículo).
Foto: Pixabay.com