Es natural que las personas, el fin de semana, busquen acudir a un museo, a un parque o, en ciertos casos, a un centro comercial. Pero, ¿qué tal ir a una biblioteca?
Por milenios, la humanidad se alimentó para subsistir, siempre dependiente de la generosidad de los regalos de la naturaleza, distintos según las estaciones del año.