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Bienestar a través del diseño urbano

Bienestar a través del diseño urbano

La meta de toda ciudad es asegurar el bienestar y la felicidad de sus habitantes. Sin embargo, en los últimos años se ha comprobado que la forma de vida sedentaria, propiciada indirectamente por la arquitectura, urbanismo y diseño, están íntimamente relacionados con problemas de salud crónicos de la modernidad, como la obesidad o el estrés.

Es por eso que en la actualidad, arquitectura y urbanismo de vanguardia buscan ampliar sus horizontes de acción para crear verdaderas ciudades en donde se garantice el buen vivir de todos sus ciudadanos.

 

Los efectos del urbanismo

Arquitectura y urbanismo tienen un impacto directo en la salud de sus habitantes, pues el trazado y funcionamiento interno de una ciudad determinan en gran medida sus niveles de ruido ambiental, contaminación lumínica, contaminación del aire y abundancia de áreas verdes. La correlación de dichos factores determinará los efectos del urbanismo en la salud, tanto positivos como negativos.

Las afectaciones más comunes de la vida urbana son los problemas respiratorios y cardiovasculares, además de las complicaciones relacionadas con la obesidad y el sedentarismo. Por otra parte, padecimientos como estrés crónico y fatiga también tienen su origen en el diseño de urbanismo.

Es por eso que arquitectura, urbanismo y diseño juegan un papel fundamental en revertir sus propios efectos negativos, mejorando la salud de la población y minimizando los riesgos de complicaciones psicológicas.

 

Bienestar a través del diseño urbano

 

Los nuevos paradigmas en arquitectura y urbanismo

Contrarrestar los efectos del urbanismo que dañan la salud será posible diseñando ciudades que respondan a las necesidades de las personas, que no solo busquen eficiencia, sino que sean sensibles al estado de ánimo de los ciudadanos.

El nuevo diseño de urbanismo toma en cuenta el espacio físico en su totalidad. Su interés va más allá de diseñar edificios, se trata de gestionar cada una de las partes que conforman la ciudad y que influyen en la vida cotidiana de sus habitantes. Parques, áreas verdes, plazas, fachadas de edificios, e incluso carteles publicitarios son del interés de la arquitectura, urbanismo y diseño.

Las calles, banquetas, avenidas y puentes son los espacios citadinos que permiten el desplazamiento y la comunicación de los habitantes. Una parte significativa del día se emplea en trayectos y, por lo tanto, el diseño de urbanismo debe pensarse en función de personas en movimiento, de modo que edificios, calles y transporte sean espacios amplios, cómodos y seguros.

Sin embargo, son las áreas verdes los espacios que más le interesan a la arquitectura y urbanismo por tratarse de lugares que propician la sociabilidad, sobre todo en niños y personas mayores.

Además, el acceso a áreas verdes y la visión de vegetación disminuyen significativamente el estrés y la fatiga cognitiva. Se ha demostrado que la abundancia de zonas verdes genera efectos del urbanismo positivos. Para ello es fundamental que se pueda acceder a ellas caminando, sin la necesidad de medios de transporte.

La vida urbana evoluciona a cada momento, y serán la arquitectura y urbanismo de hoy quienes garanticen ciudades más humanas el día de mañana.