Por: MTRO. VÍCTOR MARTÍNEZ GUERRERO
Director de Prepa Anáhuac San Luis
Este año ha tenido auge el lanzamiento de la app Chat GPT y otras similares de inteligencia artificial. Ciertamente desde hace años ya gozamos de ésta en nuestros gadgets y otros aparatos nutridos por la información del internet.
La aparición en el horizonte de estas bondades tecnológicas ha supuesto para varios docentes un motivo de preocupación por los plagios o tareas encargadas al chat por parte de sus alumnos.
Los adolescentes, desde tiempos antiguos como constan en viejos papiros, han sido particularmente reacios y reticentes a la formación académica. Bien sabidas son las peripecias de los grandes peripatéticos griegos con los hijos de reyes y emperadores. ¿Es válido intentar la formación de adolescentes en estos tiempos de avances científicos y de información ágil y constante? La respuesta es obvia, ¡por supuesto!
Por siglos y siglos hemos visto cómo la tecnología amenaza con engullir para siempre el ingenio humano pero éste se recrea y renace ante cualquier avance tecnológico. Algo hay en la esencia del ser humano de índole inmaterial y espiritual que lo hace imbatible, por inteligente que sea el nuevo avance moderno. La creatividad y arte humanos aún tienen campos insospechados de crecimiento.
En nuestros adolescentes se abre la puerta de la creatividad en grados exponenciales; al no estar totalmente desarrollado su cerebro, la experiencia de aprendizajes y vivencias en el aula se convierte en catalizador y detonador de competencias y habilidades que serán nucleares para su vida adulta.
Un formador que logre equilibrar este camino cognitivo del adolescente con los avances de la tecnología podrá sin duda ofrecer a la sociedad un miembro, un ciudadano y un adolescente pleno de capacidad y conocimientos para encarar los diversos escenarios que le presente el mundo globalizado y volátil que tendrá que vivir.
Quizás en algún momento de la historia la IA sí suplirá a los docentes, pero aquellos del montón, los que no vibran por la vocación, los que solo pasan conocimientos o dan una cátedra de datos, los que no saben construir puentes entre seres humanos…a todos estos sí que se los llevará la corriente tecnológica. Arthur C. Clark atajó severamente: si un docente puede ser suplido por una máquina, debe ser suplido por ella sin dudarlo.
La IA jamás podrá acercar a los adolescentes a la conciencia moral, característica sumamente humana y que en la edad juvenil continúa consolidándose. El docente formador de adolescentes sabe que cada acción y diálogo que sostiene con su pupilo es
enseñanza de ética y moralidad. La conciencia del bien y el mal, la propia autoconsciencia de la repercusión de mis actos sobre los sentimientos y derechos de quienes me rodean es una cualidad espiritual que no habrá app, ni gadget ni IA que pueda forjar en la mente y corazón del adolescente.
Dr. Daniel Kubler. "La IA nunca tendrá conciencia moral de si misma. Y ciertamente cambiará la forma en que trabajamos e interactuamos en estos tiempos, ayudará al descubrimiento científico y la productividad humana si se usa correctamente. Por ello se debe destacar la importancia de valorar y fomentar la creatividad humana. "
Los grandes espíritus creativos y mentes prodigiosas son las que aman lo que hacen y vibran por la esencia de su ser. Estos serán titanes que nadie podrá derrumbar. Son los formadores que están acompañando a los adolescentes de hoy.