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Formar a los profesores de hoy para forjar a los profesionistas del mañana

Formar a los profesores de hoy para forjar a los profesionistas del mañana

De acuerdo con un estudio presentado a finales del 2017 por Dell Technologies -una de las más grandes empresas a nivel mundial de tecnología - se estima que el 85% de los empleos que habrá en 2030 aún no se han inventado. El ritmo del cambio en los siguientes años será tan rápido, que las tecnologías de aprendizaje automático harán que las habilidades y las competencias de los individuos puedan ser consultadas, y las organizaciones por ende, buscarán el mejor talento para tareas diferenciadas, según se ha podido comprobar en el informe.

Los sistemas educativos tradicionales tanto a nivel nacional, latinoamericano y mundial, tienen una antigüedad de más de 200 años, y de alguna manera reflejan en su estructura, la lógica y las necesidades del mundo industrial, racional, organizado y predecible de esa época. El surgimiento de varios métodos educativos coincidió con los albores de la Revolución Industrial en donde se requería que la gente acudiera a las fábricas para realizar actividades mecánicas, monótonas y no en desarrollar habilidades para generar un pensamiento crítico, en aprender a tomar decisiones o ser innovadores en el procedimiento.

Hoy en día vivimos en un mundo complejo e interconectado, cada vez más desafiante, que se transforma a una velocidad inédita y la información crece exponencialmente. En muchos sentidos, nos encontramos frente a un cambio de Era que pone de manifiesto la necesidad de una evolución profunda en la educación para dar respuesta a los desafíos a los que se enfrentan en la actualidad la humanidad y el planeta.

Para cumplir con las expectativas de esta nueva sociedad, es necesaria una transformación desde la niñez, a través de una innovación educativa, donde todos los estudiantes se formen integralmente y alcancen su máximo logro de aprendizaje, a fin de desarrollen con éxito sus proyectos de vida en un contexto complejo y globalizado, como lo exige esta nueva realidad.

Hoy en día vivimos en un mundo complejo e interconectado, cada vez más desafiante, que se transforma a una velocidad inédita y la información crece exponencialmente.

Por lo tanto, la estandarización de la educación debe cambiarse, es necesario y se diría imprescindible, identificar las fortalezas de cada estudiante y guiarlo en la adquisición del aprendizaje, generar los espacios apropiados, orientarlo en el desarrollo de las habilidades y brindarle las herramientas que le ayuden a ser crítico, creativo y emprendedor para transformarse a sí mismo y al mundo que le rodea.

La misión del profesor, como agente debiera ser entonces, encontrar esos distintos caminos y formas para que sus enseñanzas permeen y sean comprendidas por los diversos tipos de estudiantes a los que imparte sus conocimientos. Debiera ser el guía y facilitador para potenciar las habilidades e inteligencias de sus estudiantes, promoviendo de igual forma la colaboración, la asesoría entre compañeros y ceder cedan su posición de liderazgo, permitiendo que sean los alumnos los protagonistas de su propio aprendizaje.

Esta ha sido la visión y misión de la Madre Montserrat del Pozo, Sor Innovación, como algunos la llaman, y quien desde hace más de 20 años aplica los principios de la Teoría de las Inteligencias Múltiples, - teoría desarrollada por el psicólogo norteamericano Howard Gardner de la universidad de Harvard- en un colegio de Barcelona, reconocido actualmente como uno de los más innovadores a nivel mundial.

La teoría propuesta por Gardner indica que los seres humanos podemos desarrollar ocho inteligencias y el reto educativo es generar las estrategias adecuadas solo es cuestión de identificarlas y explotarlas al máximo para sacar un mayor provecho en la educación de los alumnos.

Bajo esta perspectiva a es que madre Montserrat desarrolló, junto con su equipo de profesionales, una formación para directivos y profesores de colegios que les ayude a contar con las herramientas necesarias que realmente generen un cambio sistémico en sus centros y que cuenten con un modelo pedagógico que guíe al alumno a ser crítico, creativo y emprendedor para transformarse a sí  mismo y al mundo que le rodea.

Las formaciones tienen un enfoque teórico-práctico, el cual permite que los aprendizajes y experiencias que adquieren a los participantes los pongan en práctica de forma inmediata e inicien una transformación educativa.

Madre Montserrat del Pozo

 

Foto principal: Pixabay.

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