Resultado de una polémica polarización sobre la manera en que los británicos perciben la inclusión, el Brexit hoy es una realidad.
Aún flotan en el aire interrogantes: ¿cómo fue posible?, ¿a quién se le ocurrió votar a favor de la exclusión? A gente mayor que añora la época de la autonomía económica, los pobladores rurales y los de ciudades apartadas y pequeñas en los que priva una visión conservadora.
Votaron en contra todos aquellos jóvenes que agradecen el cambio, los habitantes de las ciudades modernas y cosmopolitas con Londres a la cabeza; seguida de Oxford y Manchester. Desde luego, casi todos los escoceses e Irlanda del Norte.
En medio del caos político, una nueva ola de “euro fobia” y un clima que podría anticipar una nueva recesión económica mundial, la incertidumbre reina en todos los ámbitos.
Los impactos en la demanda interna de la Gran Bretaña a partir del resultado del referéndum se perfilan de la siguiente manera:
Al margen de lo estrictamente económico, el mundo y la Gran Bretaña en particular, deberán tratar de aminorar nuevas secesiones y blindar el proyecto de la Unión Europea.
Repercusiones en México
Sobre un movimiento de las tasas de interés, ésta ya se dio. La tasa de referencia se elevó a 4.25% como una medida preventiva anti inflacionaria por el efecto de transmisión cambiaria a costos.
Por su parte la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ya anunció un recorte adicional al gasto gubernamental de 32 mil millones de pesos para fortalecer las finanzas públicas y subrayar que el país toma medidas adicionales y privilegia la estabilidad macroeconómica.
El Brexit complicará aún más este segundo semestre del año que ya pintaba difícil. De ahí que los pronósticos de crecimiento apunten nuevamente a la baja, con estimaciones de poco menos de 2% en 2016.