Buscando soluciones para evitar más contagios del COVID-19, la prevención parte como la mejor forma para ello.

Organizaciones, empresas y ciertas instituciones educativas decidieron adaptar el modo de trabajo al denominado ‘home office’ y a las distintas modalidades virtuales (online), con el fin de disminuir el contacto entre los miembros de cada una de ellas.

Nuestra ambición por querer conseguir las metas que nos proponemos a nivel laboral se ha vuelto, en ocasiones, perjudicial para nuestra vida personal. Hoy en día, podríamos decir que para que podamos cumplir con nuestras metas, tanto laborales como personales, es necesario crear un balance entre sí.  

El brote del coronavirus COVID-19, se tornó en pandemia y es entonces un asunto de ocupación global. Las enfermedades contagiosas no reconocen fronteras ni discriminan razas, son ya poderosamente universales; por tanto, ameritan un comentario internacionalista. 

El primer punto es de reconocer que no nos toma completamente desprevenidos, la Organización Mundial de la Salud, organismo especializado de Naciones Unidas, recopila información oficial de los Estados miembros, la procesa y propone acciones para atacar el mal.