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En México, las redes sociales son cada vez más utilizadas por los jóvenes recién egresados de la universidad en su intención de incorporarse al mundo laboral, de hecho, cerca del 60 % de los usuarios de redes son universitarios que buscan empleo y ante su falta de experiencia profesional, recurren a ellas con la esperanza de encontrar un puesto acorde con sus expectativas.
Tan solo el año pasado, la Subsecretaría del Trabajo indicó que alrededor de 1.5 millones de personas buscaron empleo a través de Internet, y se estima que al cierre de este 2021 el número será mucho mayor. Aunque las bolsas de trabajo en Internet continúan siendo la primera opción para encontrar un empleo, en el caso de los jóvenes, el uso de Twitter, Facebook e Instagram para este fin, se disparó de 2 % en 2019 a 60 % en 2020.
Desafortunadamente, el delito de extorsión, a través de estas plataformas, también creció drásticamente en el último año, afectando principalmente a este sector de la población, según datos del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).
Regularmente, los extorsionadores captan a sus víctimas ofreciendo en las redes empleos inexistentes con altos salarios donde la leyenda “experiencia no necesaria”, es el recurso principal que utilizan para enganchar a profesionistas recién egresados. Una vez que consiguen el primer contacto, les solicitan sus datos y entablan comunicación con ellos vía telefónica, primero para obtener más datos y posteriormente para intimidarlos y así concretar la extorsión.
La proliferación de este delito se debe, sobre todo, a que cualquier persona con acceso a Internet, sin necesidad de comprobar su identidad, puede crear un perfil falso en redes sociales, ofertar un empleo de “ensueño”, obtener datos y extorsionar desde un número celular no registrado, pues entre el 70 y 76 por ciento de las líneas telefónicas móviles están bajo el sistema de prepago y se desconoce quién es el propietario.
Según el CNSP se tienen registrados más de 2 millones de números desde los que operan los delincuentes, quienes llegan a usar hasta 18 chips distintos para cometer este delito.
Para reducir los índices de extorsión que se ejecutan a través de plataformas digitales y prevenir que tu ingreso al mundo laboral se convierta en una pesadilla, te sugerimos que si vas a utilizar una red social, mantengas tu perfil privado, evites presumir bienes y recursos y no compartas datos personales ni ubicaciones.
En caso de que encuentres una “buena” oferta laboral en una red social, antes de proporcionar cualquier tipo de información sensible, como tu domicilio, ocupación, número telefónico o referencias de familiares o amigos, verifica plenamente la identidad de la empresa, es decir su existencia, legalidad y la seriedad de su portal, así como el nombre del empleado de Recursos Humanos con el que tendrás contacto. Una vez que hables con esa persona, valida que conoce a sus compañeros o al Director del Área, porque puede que esté suplantando la identidad de alguien que efectivamente trabaja ahí.
Es recomendable que le pidas la oportunidad de devolverle la llamada para cerciorarte de marcar el teléfono que encuentres en la página oficial de la compañía en cuestión.
Finalmente, desconfía de llamadas y mensajes de números no registrados o desconocidos, en este caso, lo mejor es no contestar. En el supuesto de que respondas alguna llamada y recibas amenazas, por ningún motivo le sigas el juego al delincuente, ya que podrías proporcionarle mayor información. Cuelga de inmediato y reporta el número al 089, 088 o 911 Emergencias.
