Pasar al contenido principal

El doctor Carlos Jarque destaca la importancia de la actuaría en México

El doctor Carlos Jarque destaca la importancia de la actuaría en México

Nuestro egresado habló sobre el impacto que tiene la actuaría en la sociedad y cómo esta ayudó en rubros clave para afrontar la pandemia por COVID19.

 

El doctor Carlos Manuel Jarque Uribe (Actuaría, gen. ‘76), director Ejecutivo de Relaciones Internacionales y Gubernamentales en América Móvil, quien ingresó en 1972 a la carrera de Actuaría en la Universidad Anáhuac México, comparte con la Comunidad Universitaria parte de su formación profesional.

 

En entrevista, el también miembro del Consejo del Grupo Telekom Austria y de la GSMA, Asociación de la Industria Mundial de Telecomunicaciones, recordó que en ese momento no había actuarios egresados de la Anáhuac. “Junto con mis compañeros constituimos la cuarta generación, con lo cual, por primera vez, ya se tenían alumnos en cada uno de los cuatro años de la carrera. Para festejarlo, hace 50 años se tuvo una comida con todos los estudiantes en una casa cerca de la Universidad. Esa casa no ha cambiado, pero muchas otras cosas sí lo han hecho”, agregó.

 

Reparó en los avances de la tecnología, pues cuando era universitario acudía a clase con grandes calculadoras y, con tantos compañeros, no había contactos suficientes en los salones para conectarlas. “Programábamos las computadoras en Fortran y Basic con tarjetas perforadas. Hoy, en un celular inteligente, tenemos más capacidad de procesamiento que lo que tenían todas las computadoras de la NASA cuando el hombre llegó a la Luna”, dijo nuestro egresado.

 

Asimismo, consideró que en los últimos años el mundo ha tenido situaciones complicadas y que hemos vivido momentos únicos. “Incluso, si lo pensamos, es muy raro en la historia de la humanidad que un solo evento afecte a todos los sectores de todas las regiones del mundo, que lo haga al mismo tiempo y que modifique las perspectivas del futuro. Ese ha sido el efecto del COVID-19. Ninguna sociedad, industria, negocio o gobierno han podido estar al margen de sus impactos”, precisó Carlos Jarque Uribe y agregó que este hecho ha generado cuatro pandemias interrelacionadas y simultaneas:

  • Una severa pandemia sanitaria. Por ejemplo, en México el exceso de muertes fue de un millón de personas, con lo cual la esperanza de vida al nacer ha bajado 4 años tanto para hombres como para mujeres.
  • Una pandemia de recesiones económicas en la cual en muchos países se ha tenido la mayor caída del Producto Interno Bruto (PIB) desde que existen cuentas nacionales. Los empleos perdidos fueron equivalentes a los generados en la década anterior.
  • Una pandemia de angustia, miedo e incertidumbre debido al confinamiento, a las vacunas y por haber tenido que usar recursos de los fondos de pensiones para poder sobrevivir.
  • Una pandemia de inflación. Cuando por muchas décadas ya se había logrado la estabilidad de precios a nivel global, la inflación, entre otras cosas, propició altas tasas de interés que son prácticamente inéditas por su carácter universal.

 

“Estos costos podrían haber sido mucho mayores de no ser por la participación comprometida de la sociedad, de médicos y enfermeras, y de muchas otras profesiones. Los actuarios también hicimos nuestra parte”, aseveró.

 

Por ejemplo, respecto a la crisis sanitaria, explicó que los actuarios participaron con profesionistas de telecomunicaciones para que, vía registros de celulares, se identificara con modelos y programas de cómputo a aquellos que habían estado cerca de una persona infectada, alertándoles y evitando un mayor número de contagios, e indicó que también hubo actuarios trabajando en conectividad, para que la red de investigación universal se pudiera reunir y, con esa inteligencia colectiva, descubrir las vacunas en tiempo récord, además de capacitar a enfermeras y personal médico. “También se aportó a las vacunas vía diseño de experimentos. Los actuarios en las áreas de riesgo tuvieron que reanalizar múltiples aspectos para lograr las coberturas necesarias a la luz de una nueva normalidad, reajustando la industria de seguros”, añadió.

 

En la parte económica, aseguró que muchos actuarios en áreas directivas, en empresas e instituciones públicas tuvieron que llevar la operación de sus negocios o actividades al home office o establecer sistemas híbridos de trabajo del personal. Tuvieron que innovar y utilizar teleconferencias y comercio electrónico para no tener que cerrar definitivamente los negocios. Y que, ante el apagón de la economía, sus colegas estuvieron dentro de los profesionistas que impulsaron pagos y monedas electrónicas, así como el e-finance.

 

Respecto a la pandemia de angustia, miedo e incertidumbre, los actuarios especializados en demografía y encuestas por muestreo hicieron estudios sobre cómo sobrevivir de manera sana el confinamiento, cómo atender mejor a población preocupada ante la incertidumbre de su empleo, salud de familiares, etc., además de que muchos otros trabajaron para restituir los fondos de pensiones a afectados para que, al momento de la jubilación, se puedan mantener niveles adecuados.

 

En la parte de inflación, han participado en la generación de estadísticas oportunas para que, día a día, se pueda conocer la evolución de los precios y tomar medidas pertinentes. Muchos otros, en las áreas financieras, han tenido que considerar la nueva política monetaria y las altas tasas de interés y establecer acciones para lograr una mayor robustez financiera en empresas e instituciones. Los actuarios administradores de fondos de inversión igualmente han participado para preservar los activos en medio de gran volatilidad en los mercados.

A estas valiosas aportaciones se suman muchas más que seguramente fueron realizadas en otros campos de actividad actuarial.

 

“Yo creo que quienes hemos escogido esta profesión no nos equivocamos. Ha sido y es una profesión que ha dado muchos beneficios a lo largo del tiempo y está dando beneficios ahora. Lo ha hecho en tiempos de crisis y en momentos importantes. Y hacia el futuro tendrá todavía más oportunidad de contribuir al bienestar de la gente, con todo lo que es la analítica de datos, el internet de las cosas, la inteligencia artificial, el metaverso y nuevos modelos demográficos, económicos, actuariales y financieros. Todas ya son áreas de gran demanda. La era de la ciencia de datos ha llegado, impulsando a los científicos matemáticos”, dijo en entrevista el también miembro de la Comisión Mundial de Banda Ancha de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Finalmente, dejó claro que la actuaría es una maravillosa profesión y aplaudió la visión que tuvo su alma máter al abrir la Licenciatura en Actuaría. “Lo hizo hace 53 años en un momento donde no existían muchos en esta profesión en el país. Ha tenido directores y profesores extraordinarios, y ha dado una muy valiosa formación integral a sus alumnos. Espero que la Facultad de Ciencias Actuariales siga por muchos años más y que continúe transformándose para responder a los avances tecnológicos, a las nuevas metodologías y, sobre todo, a los principales desafíos de nuestro país”.

 

Más información:

Facultad de Ciencias Actuariales
Lic. Marcela Lucía Zamudio Rosas
marcela.zamudio@anahuac.mx