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Alumna Anáhuac vive una experiencia espiritual única en el Jubileo de la Esperanza

Alumna Anáhuac vive una experiencia espiritual única en el Jubileo de la Esperanza

 

Julieta, alumna de la Licenciatura en Desarrollo Humano y Familiar de la Universidad Anáhuac México, vivió una de las experiencias más significativas de su vida espiritual al participar en el Jubileo de la Esperanza 2025, celebrado en Roma, Italia.

Nuestra alumna describió esta experiencia como: “Un regalo del cielo”, una oportunidad para caminar junto a miles de jóvenes provenientes de 146 naciones, unidos por una misma fe y un mismo Dios.

El Jubileo es una tradición milenaria de la Iglesia Católica que se celebra cada 25 años como un tiempo de gracia, reconciliación y conversión. Durante este Año Santo, los fieles son invitados a renovar su relación con Dios mediante la oración, la confesión, la Eucaristía y la peregrinación a través de la Puerta Santa, con la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria. No se trata de un acto automático, sino de una vivencia profunda que exige sinceridad de corazón, arrepentimiento auténtico y deseo de conversión.

Julieta vivió intensamente esta experiencia, que inició el 29 de julio de 2025 con la misa de bienvenida en la Plaza de San Pedro. Durante la semana visitó las principales basílicas y Puertas Santas de Roma, y el fin de semana participó en la vigilia en Tor Vergata, el mismo lugar que acogió al Papa Juan Pablo II en el Jubileo del año 2000. La celebración culminó el 3 de agosto del año en curso, con la misa de clausura presidida por el Papa León XIV.

Lo que más la marcó fue el testimonio vivo de una Iglesia universal: miles de personas de culturas, idiomas y realidades distintas, reunidas por la esperanza que brota de la fe. Sentir la cercanía del Papa y escuchar sus palabras: “Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos”, le dio una nueva perspectiva sobre la vida espiritual. Comprendió que la santidad no es algo lejano ni reservado a unos cuantos, sino un camino posible, hecho de pequeños pasos diarios vividos con amor.

“Esta experiencia me ayudó a saber que la fe es real, que Dios nos llama hoy, aquí y ahora, y que la esperanza no es ilusión, sino compromiso”, expresó Julieta.

Desde el corazón de Roma, Julieta regresó con una certeza renovada: el Jubileo no es solo un evento, sino un encuentro que transforma, en el que la esperanza se enciende con la luz del amor de Dios.


Más información:
Facultad de Educación y Humanidades 
Mtra. Claudia Elizabeth Orozco Galindo
claudia.orozcog@anahuac.mx