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La libertad religiosa en retroceso: un fenómeno de análisis



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El Dr. Alberto Patiño presenta un texto, en el marco del Informe Bianual de Libertad Religiosa en el Mundo, en el que señala cómo el crimen organizado se ha convertido en una de las mayores amenazas a la libertad religiosa en México.

El Informe Bianual de Libertad Religiosa en el Mundo (2023 a 2025), auspiciado por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, fue presentado en Roma, Italia, el 21 de octubre y en la Ciudad de México dos días después con el lema “La libertad religiosa: un derecho humano, no un privilegio”. Exhibe una realidad nada halagüeña por lo que hace a su efectivo reconocimiento, protección, defensa y promoción tanto a nivel mundial como en nuestro país. De entrada, México pasó a ser catalogado, con otras 37 naciones, una más donde las violaciones a la libertad religiosa alcanzan el rango de discriminación o persecución por motivos religiosos.

El autoritarismo se presenta como la mayor amenaza a la libertad religiosa, pero no solo por parte de los gobiernos, sino de otros grupos. A este respecto sobresale el crimen organizado, cuando ataca a las comunidades y a los líderes religiosos, por esta razón el informe señala: 

“En Estados debilitados (o fallidos) y en zonas de conflicto, grupos criminales apuntan contra líderes e instituciones religiosas para hacerse con el control”.

Esa espiral de violencia que campea en toda la geografía nacional ya ha cobrado la vida de varios sacerdotes y fieles laicos, además de numerosas profanaciones de templos y las extorsiones de las que son víctimas los clérigos para seguir ejerciendo su ministerio donde el común denominador parece ser la impunidad para asegurarse el control del poder en regiones donde la amenaza para los criminales es la autoridad sacerdotal.

Ante este panorama, el informe refiere que: 

“En tres países, Nigeria, Haití y México, el crimen organizado es la causa principal de persecución o discriminación”. Sin duda, un retroceso para nuestro país, cuando no es capaz de garantizar una de las libertades que mayor protección recibe de numerosos tratados internacionales protectores de derechos humanos, suscritos y ratificados por el Estado mexicano.

Al hilo de lo anterior, el informe menciona: 

“Allí donde falta un control estatal efectivo, los grupos criminales deciden sobre la vida religiosa”. Con esta afirmación se describe una constante que caracteriza a nuestro país en tiempos recientes.

Además, la fe no puede restringirse a la esfera privada, por lo que convendría precisar que cuando se habla de libertad religiosa no se trata de la defensa de una religión o iglesia, sino que estamos en el terreno de la protección de Derechos Humanos, ya que de esta derivan otras libertades públicas como la libertad de expresión, reunión, asociación, educación, de conciencia, entre otras. Más aún, a través de la libertad religiosa se gestionan todos los Derechos Humanos.

Si el crimen organizado se ha convertido en una de las mayores amenazas a la libertad religiosa en México, es momento de revertirlo formando agentes de promoción de la cultura de la paz para la armonía social, para hacer efectivo el que la libertad religiosa sea un derecho humano, no un privilegio.


Más información:
Dr. Alberto Patiño Reyes
a.patino@anahuac.mx
Facultad de Derecho