Reflexión de Cuaresma: explorando las cadenas y la esperanza
El Dr. Cipriano Sánchez García, L.C., lideró una meditación explorando las cadenas invisibles que nos aprisionan y la esperanza de liberación a través de la alianza con Dios, destacando la importancia de la Cuaresma como tiempo de conversión y renovación.
El 14 de marzo de 2024, en el Hotel Camino Real Santa Fe, se llevó a cabo una reflexión impartida por el Rector de nuestra Universidad Anáhuac México, el Dr. Cipriano Sánchez García, L.C., quien comenzó con una oración, sumergiéndonos en la narrativa del libro del Éxodo.
Parte I: Reconociendo nuestras cadenas
En este momento, se destacó cómo estamos envueltos en cadenas que van más allá de lo físico. Desde cadenas culturales que nos dictan cómo pensar hasta esclavitudes emocionales que surgen de experiencias dolorosas, y todas afectan nuestras vidas de diversas maneras. El Dr. Cipriano, citando al Papa Francisco, nos recordó cómo el faraón no solo esclaviza, sino que también destruye nuestros sueños y esperanzas.
Parte II: La Esperanza en medio de la esclavitud
La narrativa del príncipe de Egipto nos recuerda que, incluso en medio de la opresión, Dios está obrando para liberarnos. Él conoce nuestro corazón y nos ama tal como somos, ofreciéndonos una alianza basada en el amor y la libertad. Los diez mandamientos representan esta alianza, llamándonos a la libertad y al amor.
El Dr. Cipriano nos advierte sobre los ídolos que nos mantienen atados y nos enfrentan entre nosotros, aunque dejó claro que la esperanza surge cuando recordamos la alianza de Dios y nos comprometemos a liberarnos del faraón interior.
Parte III: La Cuaresma como tiempo de conversión
Para pasar de las cadenas al amor necesitamos tiempos y espacios concretos, como la Cuaresma. Este periodo nos invita a detenernos en la oración, escuchar la palabra de Dios y renovar nuestra relación con Él y con los demás. La conversión implica tomar decisiones contracorriente para liberarnos de nuestras esclavitudes y vivir como hijos amados de Dios.
La Cuaresma, entonces, se convierte en un tiempo de esperanza y renovación, donde nos comprometemos a ser agentes de cambio y contribuir a un mundo mejor. En palabras del Papa Francisco: “no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo”.
En conclusión, esta reflexión nos insta a reconocer nuestras cadenas, abrazar la esperanza y comprometernos con la conversión para alcanzar la libertad y la tierra prometida que nos espera.
Puedes ver la reflexión completa aquí.
*Redacción de la Lic. Crisette Romero Lugo, edición de contenidos, Dirección de Comunicación Institucional.
Más información:
Pastoral Universitaria
pastoral.universitaria@anahuac.mx