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Diez años de Magdala

Diez años de Magdala

El Proyecto Arqueológico Magdala es un proyecto de arqueología bíblica que se lleva a cabo en Israel, a orillas del Mar de Galilea, desde 2010 y hasta la fecha. Diseñado con una visión científica, aplica una metodología interdisciplinar para poder procesar toda la información recuperada a través de la excavación arqueológica hasta obtener la evidencia que ayude a presentar una visión objetiva de la historia del asentamiento de Magdala. A través de esta labor se pretende conocer la vida cotidiana de los pobladores de Magdala por medio de una aproximación al pasado que permita identificar y establecer “identidades” entre las diversas etnias que lo habitaron a lo largo de la historia. De manera particular interesa poder encontrar evidencia que ayude a entender la vida y las tradiciones de las comunidades judías, así como de los inicios del cristianismo.

Los objetivos específicos del Proyecto Arqueológico Magdala abarcan la identificación y conocimiento de aspectos como uso de los espacios (unidades habitacionales, espacios públicos y religiosos); distribución de actividades, usos y costumbres, rituales domésticos; las diferentes especializaciones en el trabajo; las rutas de comercio y el acceso a las mismas; y la traza urbana de las diferentes etnias a través de los elementos constructivos y arquitectónicos.

Para ello se ha trabajado en tres etapas que nos han permitido acercarnos más a la historia de Magdala. La primera, de prospección geofísica, a cargo del Dr. Luis Barba y su equipo de trabajo del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, un proceso que nos permitió generar una serie de mapas o radiografías a la tierra para conocer las anomalías en el terreno y con ello poder diseñar las estrategias de excavación. La segunda, de excavación extensiva con un registro sistemático de cada uno de los materiales arqueológicos y de sus asociaciones dentro de un contexto espacial determinado. Por último, el trabajo de gabinete, en el que se han analizado todos los materiales arqueológicos encontrados (hueso, cerámica, vidrio, monedas, lítica tallada y pulida, metal, muestras de tierra…) de manera interdisciplinar. 

Del 2010 al 2020 se han tenido temporadas de excavación extensiva en Magdala (al norte de Israel, en la región de Galilea), con una metodología de aproximación al pasado que ha implicado un registro de los contextos y de las asociaciones de materiales arqueológicos de manera sistemática; trabajos de conservación, restauración y mantenimiento de las estructuras descubiertas y el análisis de los materiales tanto en campo como en los laboratorios de las diversas universidades que se han sumado a este proyecto: Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Israel Antiquities Authority, Universitat de València, Haifa University, Tel Aviv University, Ariel University, Hebrew University of Jerusalem.

El proyecto tiene como antecedente el descubrimiento de una serie de estructuras domésticas y públicas identificadas y fechadas para el siglo I d.C. o periodo del Segundo Templo, por los arqueólogos Dina AvShalom-Gorni y Arfan Najjar, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, en agosto de 2009. Durante el salvamento arqueológico para otorgar los permisos de construcción, en los terrenos que la compañía Arke New Gate adquirió para la edificación del Magdala Center, se descubrió un espacio abierto con una distribución arquitectónica a manera de mercado con cuartos delimitados por una calle que va de norte a sur,  una piscina que, de acuerdo a las fuentes, pudo ser el lugar para salar el pescado, un conjunto de unidades habitacionales y una sinagoga que, por sus características constructivas y su temporalidad, ha sido catalogada como uno de los descubrimiento más relevantes en 50 años dentro del campo de la arqueología bíblica. Al centro de este espacio público y religioso se descubrió una piedra tallada (Piedra Magdala) que la Dra. Rina Talgam ha interpretado como la representación del Sancto Sanctorum del Templo de Jerusalén.  

Asociados a estas estructuras se registraron materiales arqueológicos como monedas, vidrio y cerámica que ubican estos descubrimientos durante los primeros años del siglo I d.C.; momento en que los judíos fueron sometidos por una ocupación romana que culminó con la destrucción o caída del Templo de Jerusalén en el año 70 d.C. y que, al interior del pueblo judío, provocó cambios en su estilo de vida y en sus tradiciones rituales. Este periodo de ocupación romana coincide con la época en la que vivió Jesús de Nazaret según las fuentes cristianas como los evangelios y las no cristianas como Flavio Josefo XVIII-3-3, Talmud, Plinio el Joven y Tácito.

Magdala

En mayo de 2010 la Autoridad de Antigüedades de Israel otorgó a México la licencia para la dirección del Proyecto Arqueológico Magdala, siendo la Universidad Anáhuac México la institución académica responsable del proyecto en convenio con el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y con la filial de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Ésta es la primera vez que un equipo de especialistas mexicanos recibe autorización para dirigir un proyecto de investigación en arqueología bíblica en Israel, un hecho de gran trascendencia y relevancia para nuestro país, gracias a una metodología innovadora de aproximación al pasado a través de una visión científica e interdisciplinar.

Otra de las características del Proyecto Arqueológico Magdala que lo hacen relevante es que se ha convertido en un espacio de encuentro, colaboración y aprendizaje. Desde el 2015 comenzó un programa académico, con el aval de la Universidad Anáhuac México, para que estudiantes de diversas disciplinas y de cualquier país puedan acercarse como voluntarios al quehacer de la ciencia arqueológica y tocar la historia con sus propias manos, convirtiéndose en un sitio propicio para el diálogo académico, intercultural e interreligioso. En este programa de campo o escuela de campo han participado más de 700 voluntarios de universidades nacionales e internacionales: Escuela Nacional de Antropología e Historia; Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete; Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla; Harvard Divinity School; Oslo University; Lund University; Sacred Heart Seminary and School of Theology y la Facultad de Teología de Vitoria España; entre otras.

Gracias a estos trabajos de corte interdisciplinar es que hoy sabemos que el asentamiento de Magdala se fundó entre los años 120 y 67 a.C. a orillas del Mar de Galilea y que su momento de máximo crecimiento urbano fue del 63 a.C. al 100 d. C., tiempo en el cual se da la Revuelta Judía contra los romanos (año 67 d.C.) en la región de Galilea provocando ciertos cambios al interior de Magdala y la destrucción de ciudades como Jotapata y Gamla. Del año 100 al 200 d.C. los habitantes de Magdala realizaron ciertas modificaciones arquitectónicas como resultado de los cambios sociales y culturales que se dieron tras la destrucción del Templo de Jerusalén (70 d.C). Pese a estos, la vida en Magdala continuó con ciertas adaptaciones e incluso, es posible que además de la población judía se diera una cierta coexistencia con grupos proto-cristianos hasta el año 400 d.D. Para ese período, Romano Tardío (finales del siglo II), se da un abandono gradual de la población en Magdala.

Además de los datos cronológicos, los aportes de otras disciplinas al quehacer arqueológico como es el caso de la botánica, la química de suelos, metalurgia, numismática, o arqueometría, entre otros, nos han permitido tener una visión de la vida cotidiana en Magdala. Sabemos que una de las principales actividades económicas era la pesca por su cercanía al Mar de Galilea y por los instrumentos de pesca que se han recuperado en los contextos. Los análisis realizados a los objetos miniatura elaborados en vidrio han permitido identificar diversas técnicas de manufactura como la formación a través de núcleos, el vidrio soplado, el moldeado y la fundición; estos mismos trabajos han dado pie a que podamos sugerir la posibilidad de una segunda actividad económica en Magdala, la producción local de estas miniaturas de vidrio.

Un aporte más es el de la Dra. Ma. Luisa Vázquez (Universitat de Valéncia) y la Dra. Ruth Jackson (Tel Aviv University) para poder conocer el uso que se les daba a estas miniaturas de vidrio. Se ha analizado la tierra contenida por más de 2 mil años en estos objetos, así como los bloques de pigmentos descubiertos en el mercado, y los resultados nos hacen plantear la posibilidad de un uso medicinal. El color en el mundo antiguo no solo era útil para las artes, sino que también los pigmentos y colorantes servían para elaborar cosméticos y ungüentos medicinales. Estos nuevos datos nos ayudan a entender algunas de las actividades cotidianas de los habitantes de Magdala y otras comunidades judías en la Baja Galilea al comienzo de la era cristiana.

En este momento, a diez años del inicio del Proyecto Arqueológico Magdala, se han presentado ponencias en foros académicos como la reunión anual de la American School of Oriental Research (ASOR) o el European Symposium on Religious Art, Restoration & Conservation (ESRARC), donde las académicas de nuestra Universidad Rosaura Sanz y Andrea Garza, grandes pilares del proyecto, ganaron el premio Daniel Mareci for young researchers. Asimismo, se han publicado diversos trabajos científicos derivados del proyecto como los artículos The Magdala Archaeological Project (2010–2012): A Preliminary Report of the Excavations at Migdal (en Atiquot); Physicochemical and cultural study of coloring materials from 1st c. ad Magdala, lower Galilee (en Mediterranean Archaeology and Archaeometry); An early roman mosaic floor in the Jewish village of Magdala, Galilee; y Colour and culture in ancient judaism study of the mural paintings preserved in the archaeological site of magdala, 1st century ce (Lower galilee), ambos en el European Journal of Science and Theology; o dos capítulos en el libro Magdala of Galilee. A jewish city in the hellenistic and roman period (editado por Baylor University Press). 

Los próximos años se presentan igualmente intensos y apasionantes, ya que se deben seguir haciendo actividades en campo con nuevos trabajos de conservación, restauración y mantenimiento y está prevista una segunda gran temporada de excavaciones que se extenderá del 2022 al 2030.

Arqueóloga Marcela Zapata Meza, profesora investigadora y directora del Centro de Investigación en Culturas de la Antigüedad de la Universidad Anáhuac México, Facultad de Humanidades, Filosofía y Letras.

Ver vídeo sobre el decimo aniversario del proyecto arqueológico Magdala

 

Más información:
Dirección de Investigación
Andrea Pérez Roldán 
andrea.perezro@anahuac.mx