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Las creaciones de obras literarias, obras artísticas y obras científicas, son todas aquellas producciones irremplazables generadas a partir de una creatividad humana única.
Estas creaciones están clasificadas a partir de obras de literatura, teatro, música, pintura, caricatura, escultura, danza, cine, televisión, fotografía, radio, arquitectura, diseño y de compilación; y son formas de expresión que tienen la finalidad de transmitir la parte intelectual humana a partir del arte creado.
¿Por qué es importante proteger las creaciones?
Toda persona que es capaz de crear una obra literaria, artística o científica desde cero, es considerada un autor. Sin embargo, para ser reconocido como el autor o artista de su obra, esta persona debe proteger su creación ante la ley para asegurar que es el dueño y así garantizar que ninguna otra persona haga uso indebido de sus creaciones.
¿Cómo proteger las creaciones?
En México, el artista debe registrar cada obra realizada por medio del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el cual otorga todos los derechos de autor de la obra al artista.
¿Qué son los derechos de autor?
Los derechos de autor son el reconocimiento legal que concede el gobierno a cualquier autor sobre las obras literarias, obras de arte y obras científicas creadas. A partir de estos derechos, el autor es libre de reproducir y distribuir sus creaciones.
Los derechos de autor se encuentran dentro del artículo 13 de la Ley Federal del Derecho de Autor y son perdurables durante la vida del artista y cien años después de su muerte.
¿Cómo funcionan los derechos de autor?
Todos los derechos de autor cuentan con dos tipos de legalidad: moral y patrimonial. Esto con la finalidad de que el autor pueda distribuir su obra de manera exclusiva y sin ningún riesgo.
Los derechos morales hacen referencia a términos de paternidad, integridad y divulgación; esto significa que a través de los derechos morales, además de que el autor queda legalmente reconocido, también tiene el derecho de decidir de qué manera se divulga su obra y de prohibir que sea deformada.
Los derechos patrimoniales se centran en la reproducción, distribución, comunicación pública, y transformación. A través de ellos, se le otorga al autor la total libertad de prohibir o permitir a otros a hacer uso de su obra, pues el artista queda como la única persona con derecho de explotar sus creaciones como él prefiera.
Si estás a punto de crear obras de arte, literatura o ciencia, no olvides registrar a tiempo tus creaciones en el Instituto Nacional del Derecho de Autor y convertirte en el autor absoluto de tus obras.
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