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Investigación: Economía de la demanda como impulso al emprendimiento



Investigación: Economía de la demanda como impulso al emprendimiento

Investigadores de la Facultad de Economía y Negocios nos comparten un estudio sobre la inversión en innovación y cómo está México en ese sector.
 

 

Los doctores Pavel Reyes Mercado y Guillermo Jesús Larios Hernández, investigadores de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México, nos comparten una investigación sobre economía de la demanda como impulso al emprendimiento.
 

Investigación: Economía de la demanda como impulso al emprendimiento

Diferentes estudios internacionales coinciden en que México, y en general Latinoamérica, invierte poco en innovación. Por lo tanto, esto impide que nuestro país disfrute una economía capaz de generar mayor valor agregado y conocimiento.


Entre la gran cantidad de nombres empleados para describir la economía que hoy mueve nuestro mundo, caracterizada por el impacto de las tecnologías digitales y la globalización, el concepto “economía del conocimiento” tiene amplia aceptación entre investigadores e instituciones, por lo que puede considerarse un paradigma. Así, la economía del conocimiento es un término ampliamente utilizado para describir una nueva relación entre la economía y el conocimiento tecnológico, o sea, el conocimiento para hacer cosas nuevas, es decir, emprendimiento e innovación.
 

Sin embargo, el conocimiento, inmerso tanto en los seres humanos (capital humano) como en la tecnología, ha sido siempre un elemento central en el desarrollo económico. A pesar de ello, su importancia relativa solo se reconoció hace poco. En palabras del escritor y estudioso de la innovación canadiense William Atkinson (2001): “Cuando desdeñamos el pasado, olvidamos dos verdades. Una: la tecnología nos creó; antes de la tecnología, nuestra especie no existía. Dos: siempre hemos sido definidos por nuestra tecnología. Aunque las innovaciones de hoy constituyen un tipo de tormenta tecnológica, en un sentido, nosotros hemos habitado en la economía del conocimiento desde que inventamos herramientas. Nueva economía, no estés orgullosa: difieres de la antigüedad no en clase, sino únicamente en grado”.


Por otro lado, diversos autores reconocen los bajos niveles de innovación en México y Latinoamérica (Lederman et al., 2014; Porter y Stern, 2001), así como la baja inversión privada en investigación y desarrollo (OCDE, 2014). Ante ello, debemos cuestionarnos si México se acerca o se aleja de una economía capaz de generar mayor valor agregado y conocimiento. El principal tipo de empleo generado por la actividad económica nacional parece continuar con la tendencia del bajo valor y basada en costos, no en conocimiento.


EN EL GLOBAL INNOVATION INDEX 2019, MÉXICO SE UBICA EN EL LUGAR
56 Y EN LA REGIÓN SE UBICA EN EL 3


Ante esta situación, son interesantes los emprendimientos denominados de alto impacto. No obstante, poco se ha avanzado en el estudio de los mecanismos que llevan a resultados escalables en dichos emprendimientos desde una perspectiva sistémica, más allá del comportamiento del individuo o de las condiciones que propician la innovación. Por ello, resulta esencial poner énfasis en el papel de la demanda como elemento sistémico para generar emprendimiento de origen científico y tecnológico. Efectos de red, demanda agregada, desarrollos tecnológicos, cambios en la estructura del mercado, regulaciones, grandes compradores y políticas públicas precomerciales son algunos de los mecanismos identificados en la economía de la demanda (demand-side economics).

 

Investigación: Economía de la demanda como impulso al emprendimiento


 

En el caso de México, no se han identificado estudios sobre la economía de la demanda que busquen entender la manera como esta puede contribuir al desarrollo de emprendimientos innovadores, especialmente de tipo científico y tecnológico. Ante la conocida hipercompetitividad global y la reciente tendencia mundial a proteger mercados, lo que afecta particularmente a México como potencia exportadora altamente dependiente de la demanda externa, entender sistémicamente los mecanismos de generación de escala del lado de la demanda resulta esencial, en especial aquellos relacionados con la demanda interna.


Uno de los mecanismos más conocidos es el proceso de adquisición pública de innovaciones, o PPI por sus siglas en inglés; este puede impulsar el desarrollo de nuevos productos y servicios en donde el mercado aún es inexistente o requiere reglas de operación, como fue el caso de las primeras computadoras (Edquist, 2011). Sin los mecanismos de demanda pública, difícilmente habría sido posible desarrollar las primeras computadoras. Lo mismo ha ocurrido en otros sectores de carácter científico como el aeroespacial, la criptografía, las comunicaciones y el militar, cuyo desarrollo tecnológico se origina en la demanda pública. A través de las capacidades tecnológicas y empresariales creadas por la escala lograda en los PPI, el proceso de emprendimiento continúa, respondiendo a una demanda que ahora tiende a ser global, pública y privada.


EL PRINCIPAL TIPO DE EMPLEO GENERADO POR LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL PARECE CONTINUAR CON LA TENDENCIA DEL BAJO VALOR Y BASADA EN COSTOS, NO EN CONOCIMIENTO.


Desde la perspectiva científico-académica, existe poca investigación sobre políticas relacionadas con la generación de demanda de innovación (Edquist y Zabala Iturriagagoitia, 2015). En este sentido, investigadores de la FEyN iniciaron un proyecto de investigación para reconocer el potencial de los mecanismos de generación de demanda agregada como estrategia efectiva precomercial de desarrollo de tecnología nacional, del lado de la demanda, para el impulso de la innovación y el emprendimiento basados en conocimientos científicos y tecnológicos. Los resultados de esta propuesta responden al problema de la relación entre demanda, innovación y emprendimiento.
 

En una de las investigaciones del equipo de trabajo multidisciplinario conformado en la FEyN para analizar dichos mecanismos de demanda, se reconoce que el debate académico ha dejado de lado la evidencia que sustente políticas de innovación efectivas. Por un lado, algunos investigadores han defendido las políticas de la economía de la demanda, mientras otros han postulado que las políticas desde la oferta son más efectivas. Un tercer grupo de investigadores ha tratado de mediar en las visiones opuestas, proponiendo “políticas mixtas de innovación”. Lo que este concepto implica es que ambas visiones pueden ser útiles para diseñar políticas de innovación que permitan resolver los grandes problemas sociales del país. Para analizar qué instrumentos de promoción de la innovación pueden ser eficaces en el contexto mexicano, los autores de este artículo diseñaron un estudio para entender cuáles son las percepciones de altos directivos de innovación y desarrollo tecnológico sobre diferentes instrumentos de apoyo y promoción de la innovación.



Se aplicó un cuestionario a 27 directivos de empresas medianas y grandes de México, quienes realizan actividades de innovación de manera sistemática. Dichas empresas tienen una media de 145 empleados y han operado en diferentes industrias en México durante los últimos 22 años, en promedio. Los resultados mostraron que cuando se trata de apoyo externo, hay diferentes combinaciones de instrumentos de promoción que conducen a mayores gastos de innovación en empresas medianas y grandes en México. Primero, la presencia de apoyo gubernamental para construir capacidades de exportación (del lado de la demanda), concurrente con fondos públicos no reembolsables (del lado de la oferta) llevan a un mayor gasto en innovación; es decir, una combinación de políticas que se creían antagónicas puede catalizar el gasto en innovación. Segundo, la presencia de fondos públicos no-reembolsables (lado de la oferta) y la ausencia de experiencia previa en contratación pública de innovación (lado de la demanda) también genera un mayor gasto en innovación. En este caso, de acuerdo con la opinión de los directivos, solo se requiere contar con fondos del gobierno. Tercero, la presencia de apoyo gubernamental para construir capacidades de exportación (lado de la oferta) y compras públicas de innovación (lado de la demanda), aunque no es necesario contar con experiencia previa en compras públicas de innovación (lado de la demanda).


Esta última combinación implica una “política mixta de innovación” que también conduce a un gasto mayor en actividades de innovación. Los hallazgos anteriores representan escenarios diversos sobre los cuales el apoyo efectivo del gobierno para la innovación debería considerar diferentes combinaciones de instrumentos, junto con las implicaciones en la gestión de fondos públicos que, para algunas empresas, parecen ser determinantes para sistematizar su actividad innovadora. Sin embargo, si bien el uso de fondos públicos es un factor importante en esta política, también es necesario que las empresas mexicanas profesionalicen sus capacidades de comercialización y exportación —lo que es un claro mecanismo de mercado—. Solo de esta manera la innovación se convertirá en una actividad habitual para las empresas, y con ello se detonará su competitividad.


Referencias
•    Atkinson William I. (2001) Prototype: How Canadian innovation is shaping the future. 
•    Thomas Allen Publishers. 2001. Toronto, Canadá. Edquist, C. (2011). Design of innovation policy through diagnostic analysis: identification of systemic problems (or failures). Industrial and Corporate Change. 
•    Edquist, C., & Zabala‐ Iturriagagoitia, J. M. (2015). Precommercial procurement: a demand or supply policy instrument in relation to innovation? R&D Management, 45(2), 147-160. 
•    Lederman, D., Messina, J., Pienknagura, S. and Rigolini, J. (2014), “Latin American Entrepreneurs: Many Firms but Little Innovation”, World Bank, Washington DC.
•    OCDE (2014), OECD Science, Technology and Industry Outlook 2014, OECD Publishing. http:// dx.doi.org/10.1787/sti_outlook-2014-en Porter, M. E., y Stern, S. (2001). Innovation: Location matters. MIT Sloan Management Review, 42(4), 28-36. Recuperado de http:// search.proquest.com/docview/224961501?accountid=26252


*Este artículo forma parte del número 30 de la Revista de Negocios y Economía Anáhuac de la Facultad de Economía y Negocios de nuestra Universidad. Para conocer el contenido completo de la revista da clic aquí.

**Sobre los autores: Guillermo J. Larios es doctor en Economía por la UNAM y Maestría en Comercialización de Tecnología por el Instituto IC2 de la Universidad de Texas. Actual coordinador de emprendimiento y director de la incubadora de la Universidad Anáhuac México. El Dr. Pavel Reyes Mercado es docente e investigador en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México. Ha sido Analista de ingeniería en Coca- Cola Femsa, y Gerente de Operaciones para Banca Adquiriente y Conexión empresarial en HSBC.


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Dr. Guillermo Jesús Larios Hernández
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