Viernes Académicos: Tamales y atole, tradición mexicana en cada bocado y sorbo

A través de este taller, que forma parte de los Viernes Académicos, se fomentó el sentido de comunidad, el aprendizaje lúdico y el orgullo por nuestras tradiciones.
Como parte del programa mensual de Viernes Académicos, impulsado por Capital Humano en colaboración con la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac México, se llevó a cabo el segundo taller gastronómico, nuevamente dirigido a los hijos de nuestros colaboradores administrativos y profesores de planta.
Con esta iniciativa buscamos fortalecer el sentido de comunidad entre las familias de nuestros campus, al mismo tiempo que ofrecemos a los más pequeños una experiencia formativa, divertida y profundamente cultural. En esta ocasión, el taller se centró en dos pilares fundamentales de la cocina tradicional mexicana: los tamales y el atole.
Bajo la guía experta de la Chef Flor Coronel Flores, las niñas y niños participantes se adentraron en el universo de estos dos alimentos que han acompañado por siglos a las celebraciones y la vida cotidiana de las familias mexicanas. El taller no solo fue una actividad culinaria, sino también una oportunidad para conocer el significado histórico, cultural y regional que encierran estos platillos.
Tamales: historia y diversidad de un ícono nacional
Los tamales son una de las preparaciones más emblemáticas de la gastronomía mexicana. Consisten en una masa de maíz batida, generalmente mezclada con manteca, caldo o agua, rellena con diversos ingredientes y envuelta en hojas —principalmente de maíz o plátano— antes de ser cocida al vapor. Más allá de su sabor, los tamales representan una herencia ancestral que se mantiene viva en cada rincón del país.
Existen cientos de variedades: desde el tamal agrio de Michoacán y Guanajuato, hasta el tamal de elote, muy común en Chiapas y Veracruz. Las formas de envolverlos y presentarlos también son diversas: pueden ser alargados, cuadrados, triangulares como las corundas, o incluso enormes como el zacahuil de la región huasteca. Los rellenos varían desde carnes como cerdo, pollo o res, hasta opciones vegetarianas con queso, frijoles o verduras, pasando por versiones dulces con frutas.
Atole: bebida ancestral que reconforta
El atole, compañero inseparable de los tamales, también formó parte del aprendizaje. Se trata de una bebida caliente y espesa elaborada a base de maíz cocido, molido y disuelto en agua, que puede servirse simple (atole blanco) o enriquecerse con sabores como guayaba, canela, piña, chocolate o maracuyá. En México, cada región ha desarrollado su propia versión: desde el atole agrio de Michoacán hasta el atole de elote del sur del país.
Además de preparar estas delicias, los asistentes aprendieron el contexto histórico de ambos alimentos y su relevancia en celebraciones como Día de Muertos, las posadas o el Día de la Candelaria. La sesión reforzó no solo habilidades culinarias básicas, sino también el orgullo por nuestras tradiciones, en una experiencia enriquecedora que une aprendizaje y cultura.
Así, los Viernes Académicos continúan consolidándose como un espacio de formación integral para los hijos de nuestra comunidad universitaria, promoviendo los valores de identidad, creatividad y convivencia.
Más información:
Lic. Ilse Yuridia Castañeda Arteaga
ilse.castaneda@anahuac.mx
Facultad de Turismo y Gastronomía