Imagina que tu abogado no te responde. Y no porque esté ocupado, sino porque ya no
RED DE UNIVERSIDADES ANÁHUAC
Imagina que tu abogado no te responde. Y no porque esté ocupado, sino porque ya no
En México, el suicidio representa uno de los principales problemas de salud pública: de acuerdo con el INEGI (2023), cada día mueren en promedio 18 personas por esta causa, siendo la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. Ante esta realidad, la Escuela de Psicología de la Universidad Anáhuac Puebla reafirmó su compromiso de incidir en los grandes retos del país, participando activamente en espacios que buscan transformar la vulnerabilidad en esperanza.
En un país donde el 31% de los jóvenes ha sufrido acoso escolar, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y donde este fenómeno multiplica por 2.23 las probabilidades de ideación suicida en las víctimas, abordar esta problemática se convierte en un imperativo social y educativo.
La inteligencia artificial ya no es cosa del futuro: está metida en nuestra vida diaria, desde lo más básico como buscar una receta hasta diagnósticos médicos complejos. Y el derecho, por supuesto, no se ha quedado fuera. Hoy existen sistemas que analizan sentencias en segundos o que incluso redactan contratos. Entonces, la pregunta cae sola: ¿la IA es una amenaza para el derecho o una oportunidad para hacerlo más fuerte?
Este semestre tengo el privilegio de impartir la materia Sistemas Jurídicos Globales en la Universidad Anáhuac Puebla. En el aula hemos analizado distintos modelos legales del mundo y coincidimos en una conclusión clara: ningún sistema puede comprenderse de manera aislada. Por lo contrario, las tradiciones jurídicas dialogan, se influyen y, en ocasiones, se mezclan.
En los juicios de guarda y custodia, así como en los relacionados con el régimen de visitas, es común que las emociones estén a flor de piel. Como abogado y profesor en Derecho Familiar, he visto cómo el enojo, el dolor o la frustración entre los padres pueden llegar a influir en las decisiones legales, incluso cuando el objetivo debería ser proteger el bienestar de los hijos.