Diego Morales, líder Anáhuac apasionado de la construcción de un mejor país para las niñas y niños
Nuestro egresado es Oficial Nacional de Emergencias en el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) México, encargado de coordinar la intervención y acción humanitaria.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Diego Morales Govea (Relaciones Internacionales, gen.’15), maestro en Estudios sobre Migración por la Universidad Iberoamericana, en conjunto con la Universidad de San Francisco, y actual Oficial Nacional de Emergencias para UNICEF México, quien, siendo el único en ese puesto para México, coordina toda la intervención y acción humanitaria, además de vislumbrar los ejes de desarrollo que se tienen como Agencias de Naciones Unidas.
Nuestro egresado compartió que UNICEF atiende a niñas, niños, adolescentes y mujeres embarazadas y, en conjunto con las áreas programáticas de la Organización, coordina la intervención en emergencias en los ejes de educación, salud, nutrición, comunicación para el desarrollo, agua, higiene y saneamiento, así como protección a la infancia.
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Diego menciona que le apasiona su labor humanitaria ya que considera que, a través de esta, él trabaja por un mundo mejor. A pesar de que es muy difícil y siempre hay algo que le sorprende, el agradecimiento de la gente que recibe la ayuda es una de sus principales motivaciones para seguir adelante.
Considera que el éxito depende de la felicidad de cada una y uno de nosotras/os, mientras hagamos lo que nos guste, apasione y motive, definiendo a su vez al fracaso como lecciones de vida que te dan experiencia, mostrándote las áreas de oportunidad que tenemos y que se deben tomar decisiones que aporten por un mundo mejor, en beneficio de todas y todos.
Para él, el liderazgo es una motivación hacia tu equipo de trabajo, tu organización y tu país. Saber comunicar, escuchar y llevar a tu equipo de trabajo a sacar lo mejor de cada uno de sus integrantes, encaminándoles para que sean mejores personas: “Es una gran responsabilidad ser un líder, hay que encaminar a las personas a actuar de la mejor manera para hacerle frente a las adversidades”.
Un consejo que Diego comparte con nuestros recién egresados y alumnos es que nunca dejen de soñar y crean en ese sueño: “Cuando eliges una licenciatura o maestría, puede ser que no estés completamente segura/o, pero tienes una idea. Siempre tengan en mente una meta y vayan por ella, sigan sus sueños. Cuando hagan algo, háganlo con pasión y porque les da felicidad. Es válido caerse y cometer errores, pero también es válido levantarse, aprender de ello y seguir adelante”.
Comenta que el papel de los jóvenes en el ámbito de la ayuda comunitaria es fundamental, porque tienen propuestas y una forma de ver el mundo muy interesante: “Está en los jóvenes las nuevas soluciones a nuestro mundo y nosotras/os debemos encaminarles y escuchar sus nuevas ideas, las cuales probablemente sean distintas a nuestra manera de pensar, pero solo así, juntas y juntos y pensando fuera de la caja encontraremos formas diferentes y llegaremos a soluciones en beneficio de la sociedad y de este mundo que tanto nos necesita y nosotras/os, a su vez, necesitamos de él”.
Reitera que los jóvenes tienen un aporte muy importante hacia el mundo en general y una gran responsabilidad que tienen es el mostrarse como personas que tienen injerencia en las decisiones del país: “Hay que confiar en las y los jóvenes”.
Para Diego, el valor más destacado que la Universidad le dio fue la base para ser un líder de acción positiva y poder hacer todo lo que está en sus manos para crear un mundo lleno de sonrisas para la infancia.
Por último, nos comparte que disfruta de ver jugar y sonreír a las y los niños y saber que por ellas/os trabaja día con día, para ofrecerles un mundo mejor ¡Que sí es posible!
