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La revolución digital



La revolución digital

A partir de la división del trabajo, la cual consiste en la especialización de las fuerzas laborales con el objetivo de mejorar la eficiencia, analizamos cómo se producen sinergias indispensables para la generación de valor en la era digital.

 

El maestro Guillermo Híjar Fernández, director del Centro Anáhuac de Ingeniería Empresarial (CAIE), aborda en el presente texto las modificaciones que ha tenido el trabajo a través de la revolución digital, y el desarrollo cultural y tecnológico.
 

La revolución digital

La diferencia entre los tiempos ancestrales y la cultura económica de hoy es el gran valor que agregamos a los recursos, lo cual ha llevado a la satisfacción de necesidades básicas a niveles sin precedentes. 

Sin embargo, la humanidad está experimentando una disrupción tecnológica tal que está forzando una nueva división del trabajo. Si no hay un esfuerzo proactivo serio, se exacerbará la desigualdad por el impacto de la tecnología digital.

En el siglo XVIII, Adam Smith fue el primero en demostrar que la manera de aumentar sustancialmente la riqueza de las naciones era a través de la división del trabajo, la cual consiste en la especialización de las fuerzas laborales en diferentes tareas y la cooperación entre ellas con el objetivo de mejorar la eficiencia. Con la división del trabajo se producen sinergias indispensables para la generación de mucho valor.

A lo largo de la historia del desarrollo cultural y tecnológico de la humanidad el trabajo se ha dividido en diferentes formas cuatro veces, cada una coincidiendo con una revolución.


•    Revolución cognitiva: Agrupados en clanes, usábamos herramientas de piedra para conseguir los alimentos y el fuego para hacerlos más digeribles. Economía básica.

•    Revolución agrícola: Agrupados en aldeas, desarrollamos herramientas complejas como el arado y el molino, y cultivábamos y domesticábamos nuestros alimentos. Economía agrícola.

•    Revolución industrial: Agrupados en ciudades, inventamos las máquinas que sustituyen el músculo humano. Economía industrial.

•    Revolución digital: Agrupados en megalópolis, inventamos las computadoras que sustituyen el cerebro humano. Economía de servicios.

 
La primera división del trabajo, la de recolector – cazador, prevaleció durante el nomadismo hasta hace unos 10,000 años, cuando se pudieron domesticar plantas y animales.

La revolución digital



Con la revolución agrícola emergió una nueva división del trabajo, la del agricultor – pastor, que generaba más valor porque los hombres eran ahora sedentarios y tenían tiempo para realizar actividades adicionales.

La revolución industrial trajo consigo hace 300 años una nueva división del trabajo, la de hombre – máquina, donde esta última reemplazaba la musculatura del hombre para realizar procesos muy pesados en forma mucho más eficiente.

La revolución digital trajo consigo la automatización de muchos procesos al dividir nuevamente el trabajo entre hombres y máquinas robotizadas que fueran capaces de seguir instrucciones al pie de la letra, con lo que se sustituían infinidad de destrezas psicomotoras de los trabajadores.

Según el Foro Económico Mundial, para el año 2025 85 millones de empleos en el mundo serán desplazados por el cambio en la división del trabajo hombre – máquina, mientras que emergerán 97 millones de nuevas funciones más adaptables a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos.

El futuro del empleo llegó para la gran mayoría de la fuerza de trabajo de cuello blanco. El 84% de los empleadores están listos para digitalizar rápidamente los procesos operativos, incluyendo una expansión importante del trabajo remoto con un potencial de que 44% de los trabajadores sean movidos a operar remotamente.

El mundo del año 2000 era más igualitario que el de 1900. La globalización ha beneficiado a grandes segmentos de la humanidad, pero hay indicios de una desigualdad creciente tanto entre las sociedades como en el interior de estas.

Hace un siglo la gente tenía más tiempo para adaptarse a la nueva tecnología y cambiar de profesión, pero hoy muchos trabajos están siendo amenazados de un día para otro por robots y algoritmos sin dar tiempo a la gente para reinventarse. Por ejemplo, el porcentaje de gente que trabajaba en agricultura en Estados Unidos cayó de 60% en 1850 a 5% en 1970, y así transcurrieron 120 años para que la gente del campo pudiera reinventarse como trabajador industrial o proveedor de servicios.
 

La revolución digital



En pasadas épocas de automatización han surgido empleos suficientes para compensar las pérdidas, pero esto no es garantía de que vaya a suceder bajo las nuevas condiciones del siglo XXI.

La mayor automatización de la manufactura que trae consigo la cuarta ola industrial tendrá un impacto considerable en el empleo a lo largo de la cadena de suministro. Se requerirán menos recursos materiales y humanos. La brecha del empleo que se creará tendrá que compensarse con crecimiento y abatimiento masivo de los precios para hacerlos asequibles.

Mientras las tecnologías digitales están transformando las prácticas de negocio y creando las economías basadas en la innovación del futuro, están también en el centro de la gran paradoja económica de nuestro tiempo. Por un lado, la productividad, riqueza y utilidades en los países desarrollados están en su nivel más alto de la historia; por otro lado, el trabajador promedio es más pobre que en 1997 y menos gente tiene trabajo. No todo el mundo compartirá estas ganancias en productividad y eficiencia.

El enorme reto al que nos enfrentamos es el de inventar las organizaciones e instituciones para la economía digital.

 

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Guillermo Híjar Fernández es Ingeniero Mecánico por la Universidad Anáhuac México y Maestro en Ciencias en Ingeniería Mecánica por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). También cursó el programa de alta dirección del IPADE Business School (Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa).

Actualmente es director del Centro Anáhuac de Ingeniería Empresarial, que ofrece asesoría y capacitación para el fortalecimiento tecnológico de las empresas. Durante 10 años dirigió la Facultad de Ingeniería de la Universidad Anáhuac México y ha sido catedrático de esta desde 1976.

Cuenta con una amplia experiencia de más de 25 años como director general de empresas industriales y de productos de consumo. Es miembro del MIT Enterprise Forum, organización no lucrativa que apoya el desarrollo de empresas tecnológicas mexicanas.

 

 

 

Más información:
Centro Anáhuac de Ingeniería Empresarial
Mtro. Guillermo Híjar Fernández
ghijar@anahuac.mx