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Sustentos filosóficos como referentes para la salud



Alfredo Bermúdez González "La salud es un estado de completo bienestar físico,mental y social, y no solamente la ausencia deafecciones o enfermedades.OMS  Hablar del concepto salud, de entrada, coloca en una encrucijada a quienes deben de llegar a metas concretas. Si de políticas públicas se trata, se toman decisiones desde los panoramas sociales, dejando como fiscales para la vigilancia de la misma,  a las ciencias de la salud y muy particularmente a la medicina, que es la que se ha encargado de la curación de las afecciones y es ahí donde se pierde precisamente la esencia  transdiciplinar de la salud.Si nosotros preguntamos qué es salud, en estos tiempos de post-modernidad, a cualquier disciplina que forma parte de las ciencias de la salud, de inmediato viene a la mente la tan parangonada definición de la Organización Mundial de la Salud  “Estado completo de bienestar físico y social que tiene una persona”. Claro que esta definición fue colocada en tres áreas distintas por Floreal Antonio Ferrara, ejercicio semejante que realiza la Organización Mundial de la Salud al establecer una serie de componentes, que mandaban al recipiente de lo obsolescente, precisamente lo que por muchos años se dijo de la “salud como la ausencia de enfermedades biológicas”. Sin embargo, la persistencia de una agnosis conceptual de la salud para la medicina y la enfermería, nos lleva a denostar un concepto para la salud desde la enfermedad.Dice Jorge Julián Osorio Gómez, que en nuestro siglo se habla del binomio Salud-Enfermedad y de la trascendencia de las determinantes sociales hacia los riesgos de esta índole, cuyo manejo se centra en redes no públicas, sino plurales en sus componentes. Por esto, es que se hace necesario reconocer desde la transdisciplina, quiénes de ellas y qué es lo que han dicho de la salud. Para el Derecho, la salud es un derecho fundamental de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social, esto plasmado en  en el artículo 4º Constitucional.De gran trascendencia es la salud para los Derechos Humanos, por lo que se hace necesario reconocer desde una hermeneusis el concepto de salud y desde una exégesis del mismo, considerar los aspectos éticos, epistemológicos y fenomenológicos desde los mismos derechos humanos y también desde un quehacer filosófico, donde los elementos paradigmáticos presentes en la definición de la Organización Mundial de la Salud, rescata un concepto de persona que no debe estar al margen de los fundamentos filosóficos. Boecio la definió como la sustancia individual de naturaleza racional. Un ejercicio diferente solo limitará la libertad de las personas, como podemos verlo en la infinidad de procesos y reglamentos que menoscaban a la persona ya enferma, que acude o ingresa a una institución del sistema de salud.Por ello se hace necesario demandar un actuar ético y moral para con las personas que hemos dejado enfermar,  para sólo de esta forma ser cuidadas o curadas, tornando esta acción, dice Juliana González, en un ámbito del individuo humano como persona, poseedor de una “conciencia moral” de intencionalidad, de libre albedrío, de una forma valorable de ser, de actuar y de producir efectos en el mundo; la persona moral poseedora de un “carácter moral” o ethos.De esta forma, entonces, podemos considerar desde la fenomenología de Heidegger el cuidado del otro, dicho por Carlos Gutiérrez Lozano, un análisis del Dasein de la cotidianidad, de modo que las estructuras fundamentales del Dasein nos sean asequibles en el trato cotidiano con las cosas que nos salen al encuentro en el mundo circundante.Dejar la salud a dispendio de la medicina, es dejar de considerar lo que en su momento Potter advirtió para la bioética, que ésta no se identificara con la ética médica y se reconociera su significación global, por ello, al ser la salud un tema central para todas las políticas públicas, debemos de considerar un nuevo concepto para esta postmodernidad y las transdisciplinas, esto es, la gobernancia considerada como un conjunto de reformas que procuran establecer una nueva articulación entre el Estado, el mercado y la sociedad, constituyendo de ésta un medio que debe permitir el desarrollo económico y social de las sociedades a partir del establecimiento de nuevas relaciones entre los poderes públicos, el mundo de las empresas privadas y el sector asociativo sin fines de lucro. Como lo dice Sarah Ben Néfissa, pensar en esta morada nos habla de personas libres, pensantes, sanas, sin sectores y disciplinas hegemónicas, todos ellos pedagogos, como ya en su momento los consideraba Clemente de Alejandría, un servidor que realizaba un papel para proteger contra los peligros. Con esto podremos tener claro que hablamos de una sociedad con salud y no enferma, motivo de consideración para un futuro incierto y amenazante. filosofia.uams@anahuac.mx 


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