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Una mirada alternativa a la lírica náhuatl



Una mirada alternativa a la lírica náhuatl

Realizamos un análisis gastronómico sobre los manuscritos de Cantares mexicanos y los Romances de los señores de la Nueva España.

El estudio de las culturas mesoamericanas y sus fuentes ha mantenido ocupados a los investigadores por siglos. Se trata de un objeto de estudio tan vasto y tan complejo que es posible abordarlo y analizarlo por múltiples vías y enfoques relacionados con disciplinas como la etnohistoria, la arqueología y la lingüística, entre muchas otras. Sin embargo, los estudios con enfoque gastronómico apenas han comenzado a dar sus primeros pasos y frutos. El caso de la lírica náhuatl es representativo de cómo con enfoques novedosos, inter y multidisciplinarios es posible abordar e interrogar a las fuentes para que provean nueva y complementaria información concerniente a la vida cotidiana, el simbolismo y la utilidad de ingredientes y alimentos preparados por las culturas del pasado.

El estudio de la literatura de los nahuas se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando comenzaron a publicarse fragmentos de documentos antiguos en los que se apreciaba lo que por entonces se consideró eran himnos y cantos poéticos de los aztecas. Esos vestigios literarios permitieron la identificación de dos manuscritos primordiales y extensos, hoy conocidos como Cantares mexicanos y Romances de los señores de la Nueva España. De acuerdo con los estudiosos, estos documentos pueden relacionarse con la producción del Colegio Imperial de la Santa Cruz de Tlatelolco, institución educativa del siglo XVI vinculada íntimamente con el cronista-etnógrafo Fray Bernardino de Sahagún. Hoy se sabe que estos manuscritos contienen no solo cantos sagrados y rituales, sino profundas reflexiones filosóficas, lírica melancólica y poesía en la que se aprovecha la naturaleza metafórica y simbólica de la lengua náhuatl. A partir de las primeras décadas del siglo XX, los estudios sobre esta literatura nativa de México estuvieron en manos de pioneros como Ángel María Garibay Kintana y Miguel León-Portilla, entre muchos otros.

Por décadas el estudio tradicional –en cierto modo, oficial– de la lírica náhuatl se ha centrado en la estética, la métrica, el estilo, la temática y el simbolismo de los cantos, con lo que ha sido posible reestablecer parte del complejo pensamiento mítico de los pueblos mesoamericanos, así como su sensibilidad y sus preocupaciones filosóficas. Pero un análisis de los versos muestra también la presencia de objetos tanto mundanos como míticos claramente relacionados con los alimentos y la cocina, y el enfoque gastronómico sobre estos documentos no se había ensayado hasta ahora. En los cantos, lo comestible se asoma de manera persistente y en sus líneas es posible identificar ingredientes centrales de la milpa mesoamericana como el maíz, diversos quelites y flores comestibles o enervantes, nopales, zapotes, xaltomates, mezquites, pulque, capulines, camote y cacao. También se aprecia una importante cantidad de animales pertenecientes a la ingesta nativa: acociles, varios insectos, axolotes, patos, caracoles, serpientes, ranas y renacuajos, pececillos, venados, conejos y codornices. El análisis permitió comparar diversas fuentes tempranas y fundamentales del mundo náhuatl para establecer el valor simbólico, alimentario y medicinal de muchos de los ingredientes mencionados.

Uno de los hallazgos más interesantes del estudio, que será publicado próximamente en la prestigiada revista Latin American Antiquity de la Universidad de Cambridge bajo el título “Lo comestible en la literatura lírica náhuatl del siglo dieciséis. Alimentación simbólica, transformación culinaria y consumo compartido en los manuscritos de Cantares mexicanos y Romances de los señores de la Nueva España”, es que en los cantos nahuas se mencionan también procedimientos ancestrales como la nixtamalización y la fermentación, así como los efectos sociales y rituales de la embriaguez. Ciertos cantos enfatizan, además, la importancia del banquete entre los nahuas, que percibían a la mesa como una ocasión feliz para compartir los alimentos y la bebida con los amigos o la familia, o bien, recordarlos si ya no estaban en este mundo.

El estudio gastronómico de manuscritos de tradición mesoamericana se ocupará en lo futuro de otros documentos primordiales del siglo XVI como los Huehuetlahtolli o cantos de los ancianos y los confesionarios y doctrinas cristianas producidos en náhuatl por los primeros frailes franciscanos.

Referencias:

  • Johansson, P. (2005). “El sentido y los sentidos en la oralidad náhuatl prehispánica”. Revista Acta Poética, 26(1), otoño, p. 517-545.
  • León-Portilla M. (editor). (2011). Cantares mexicanos, Tomo I. UNAM.
  • López, L. y Matos, E. (coordinadores). (2022). Los animales y el recinto sagrado de Tenochtitlan. El Colegio Nacional/Harvard Divinity School/Moses Mesoamerican Archive y Research Project.
  • Reyes, S. (2023). “Michcuicatl, ‘Canto de peces’. Una alegoría lacustre de los mexicas en la derrota”. En Korpus 21, Vol. III, núm. 7, enero-abril de 2023. https://doi.org/10.22136/korpus212023107
  • Sautron, M. (2007). In izquixochitl in cacahuaxochitl. Presencia y significación de un binomio floral en el discurso poético náhuatl prehispánico. Estudios de cultura náhuatl, Nº. 38, 2007:243-264.


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Dr. Alberto Peralta de Legarreta
Universidad Anáhuac México
Facultad de Turismo y Gastronomía