Pasar al contenido principal

Energía orgánica: La esperanza tecnológica de nuestro futuro



Energía orgánica: La esperanza tecnológica de nuestro futuro

Conoce los beneficios que brinda la energía orgánica. Está cobrando gran importancia en nuestros días y su uso podría beneficiar al medio ambiente.

La energía orgánica, electrónica plástica o electrónica de polímeros, son los nombres que se le dan a esta rama de la electrónica, misma que ha cautivado a miles de científicos alrededor del mundo.

Hace tiempo se soñaba con la idea de transformar millones de residuos orgánicos en energía, hoy eso es una realidad, aunque no es un concepto del todo nuevo.

El estudio de la materia orgánica ha dado como resultado un descubrimiento esperanzador que promete llevar al siguiente nivel a la tecnología y reducir el uso de elementos químicos que pueden dañar la salud.

Si te estás preguntando cómo es que se genera esta energía o cómo se produce, es importante que sepas que surge de la reutilización de los desechos orgánicos; la biomasa de estos es parte fundamental para generarla.

Al hablar de biomasa, nos referimos a un grupo de productos energéticos y materias primas renovables cuyo origen es orgánico, como por ejemplo: la leña, cáscaras de semillas, frutos secos, restos de comida, caña, maíz, tallos, restos de poda, madera y demás residuos agrícolas.

Los combustibles fósiles como el petróleo no entran en el concepto de biomasa, aunque su origen es biológico, el proceso para obtenerlo sucedió hace miles de años.

Entendamos que la biomasa es un tipo de energía renovable y surge de los rayos del sol. La estrella, cuyos planetas de nuestro sistema solar giran alrededor de su órbita, es la encargada de generar dicha unidad de materia.

Tal vez ahora llegues a la conclusión de que, de algún modo, siempre han existido estas fuentes de energía, y estás en lo correcto. En tiempos antiguos era lo que se utilizaba para realizar las actividades cotidianas, pero, la modernidad se olvidó de lo útil que llegó a ser para nuestros antepasados.

Hace pocos años se retomó el interés por la energía orgánica debido al efecto invernadero provocado por el alto consumo de productos químicos, que sí sirven para producir electricidad, pero han provocado el preocupante y real cambio climático.

El alto costo del llamado “oro negro”, el petróleo, el aumento de la producción agrícola, la búsqueda de alternativas en la industria agropecuaria y, principalmente, detener el deterioro en nuestro mundo, son algunas de las motivaciones que incitan a los investigadores a encontrar más usos de esta energía y así ayudar a nuestro planeta.

En la actualidad existen cultivos energéticos, en inglés energy crop, destinados a la obtención de energía como materia prima. Literalmente, son campos de plantas de crecimiento rápido y de estas se procesan combustibles sólidos, líquidos o gaseosos, que luego se queman para generar fuentes de energía.

Entre estos cultivos se distinguen tres categorías:

•    La primera es de cultivos productores de biomasa lignocelulósica, estos producen calor mediante combustión directa en calderas, lo que permite utilizarlos en desecación y en generación de vapor.

•    La segunda categoría se obtiene en estado líquido y es usada como carburante de los motores de combustión interna.

•    La tercera categoría son cultivos de semillas oleaginosas entre las que destacan la colza, la soja y los girasoles, de ellos se obtienen aceites vegetales aptos para ser usados como carburantes, o mejor dicho biocarburantes.

Para lograr esta energía se utilizan semiconductores orgánicos cuya base es el carbono. La energía eléctrica, que tenemos al alcance de nuestras manos y usamos diariamente, usa conductores creados a base de silicio, un elemento químico metaloide considerado como el segundo en abundancia en el planeta tierra.

Los semiconductores de silicio han sido utilizados durante años, pero ahora el carbono vuelve a tener protagonismo. Parecía que se estaba quedando en el olvido, sin embargo, su actual estudio ha demostrado que los nanotubos de carbono son 70% más altos en movilidad que los del silicio, es decir, conducen mejor que cualquier otro material la electricidad en condiciones de temperatura ambiente.

La Universidad de Maryland, en Estados Unidos, realizó estas investigaciones y pusieron muy en alto la funcionalidad del elemento C, conocido así por su símbolo en la tabla periódica.

Quién iba a pensar que en muchos aspectos la tecnología podría afectarnos, y que regresar a los “inicios” podría darnos la esperanza de un mundo mejor. Todo esto es posible gracias a la fusión de los avances científicos con la materia orgánica.

¿Imaginas más beneficios con este aprovechamiento energético?

En resumen, la energía orgánica se origina por medio de la materia y desechos orgánicos. Esto da esperanza para un futuro con menos residuos y más energía limpia.

En la Universidad Anáhuac México trabajamos en nuestro Plan Estratégico 2020-2024, en donde impulsamos una cultura universitaria de constante innovación centrada en la persona, con una visión creativa, colaborativa, propositiva y abierta al cambio, por lo que te compartimos este tipo de artículos que buscan decirte cómo utilizar de manera estratégica, responsable y ágil las tecnologías digitales.


Más información:
Innovación y Transformación Digital
Dirección de Efectividad y Servicios Institucionales
Dirección de Tecnologías de la Información