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Derecho humano a la salud



Verónica Ruiz RuanovaCoordinadora de la Licenciatura en DerechoUniversidad Anáhuac México Sur México enfrenta una crisis de legitimidad de sus instituciones. El aparato gubernamental se muestra imposibilitado de proveer a los ciudadanos de los servicios mínimos a los cuales éstos tienen derecho. No bastan las disposiciones constitucionales, ni los ordenamientos, ya sean federales o estatales, para abastecer por completo de una normativa que garantice el respeto a los derechos humanos empezando por la salud y el acceso a la salubridad.La maquinaria estatal gasta millones en supuestas mejoras para el país pero el engranaje no funciona si no se empieza por aumentar el presupuesto en este rubro. Las personas se enferman y requieren de atención médica. Eso es una realidad, como también lo es el hecho de que no existe la capacidad suficiente para hacer frente a estas necesidades.Las imágenes en los centros de salud pública son devastadoras: desabasto de medicamentos; imposibilidad de atención urgente ante padecimientos específicos debido a lentos procesos totalmente burocratizados; pacientes que se internan y deben salir sin haber sido atendidos por falta de espacio en los quirófanos.No solo estamos hablando de una falta de cumplimiento a la seguridad social, sino de una verdadera deshumanización del sector en todos los aspectos, pues en el ámbito privado, la diferencia tampoco es sustancial: los precios a pagar por el acceso a la salud en una institución privada son la mayoría de las veces inaccesibles. Ante las emergencias, muchas veces las familias terminan poniendo en jaque su patrimonio entero con tal de dar esperanza de vida a un familiar; no existen topes ni límites en cuanto al cobro de estos servicios. Sería distinto si los ciudadanos pudieran acceder a servicios de salud de calidad de manera gratuita.¿Qué pasaría si los legisladores destinaran más presupuesto al funcionamiento del sector salud?, ¿y si este aumento en el gasto comprendiera no sólo el remedio a las enfermedades sino también campañas de prevención? La salud no es un aspecto que sólo esté ligado con los medicamentos, sino también con la opción de brindarle a la población una mejor calidad de vida. Fomentar una sana alimentación, práctica del deporte… No basta con grabar cada vez más productos nocivos como el alcohol o el tabaco, es necesario crear una cultura de cambio y conciencia acerca de los beneficios de mantener un estilo de vida saludable.No es la población la responsable de su desgracia, los empleados pagan a través de sus salarios el acceso a la seguridad social, y si todo el mundo contribuye en la medida de sus ingresos y el Estado cobra dichas aportaciones, ¿por qué no existe el suficiente abastecimiento?, ¿a dónde se están yendo los recursos?, ¿cuál es la verdadera razón de que en esta relación bilateral se cumpla sólo con la mitad de la obligación jurídica?, ¿deberían entonces los trabajadores dejar de pagar por un derecho del cual no están teniendo pleno goce y disfrute?Más acciones y menos política. Más soporte a las necesidades auténticas de los ciudadanos y menos gastos en propaganda que augura un futuro mejor para los mexicanos. Bien dijera Manuel Atienza: no podemos hablar de democracia mientras no esté garantizado el reconocimiento y garantización de los derechos fundamentales de la población. Entonces, ¿por qué no mejor dejamos de jactarnos de un sistema democrático y empezamos por preocuparnos por una población sana, saludable y con esperanza de vida? verónica.ruiz@anahuac.mx 


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