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El Derecho a la Libertad de expresión en la Democracia



María Eugenia Guzmán GómezFacultad de Filosofía “La libertad de prensa, lo mismo que las libertadestendrá sus inconvenientes, tendrá sus peligros, pero con todos elloses preferible a la tranquila placidez del despotismo, como decía Tácito."José María Vigil La libertad de expresión es un derecho fundamental o un derecho humano, señalado en el artículo 19° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y que las constituciones de los diversos sistemas democráticos tienen.Hablar del derecho a la libertad de expresión, es un tema obligado en una sociedad democrática que se ostente de serlo y en donde los derechos humanos suelen ser, más allá de intenciones legítimas, bandera de proyectos políticos.  Norbert Bobbio en su libro El estado de derecho”  afirma que en un mundo de “derechos”, el debate debería darse, no en su justificación, si no en su protección. Sin embargo, afirma Miguel Carbonell, que en países que caminan ese arduo camino a la democracia, como lo es América Latina, heredero de gobiernos autoritarios, se hace imprescindible la justificación, es decir el debate filosófico.   Veamos qué tienen  que decirnos los liberales al respecto.Para Eric Barendt (Freedom of speech, 2007), referencia clásica en el entendimiento contemporáneo de la libertad de expresión y de su importancia para el sistema democrático, hay tres argumentos que justifican el derecho a la libertad de expresión en una democracia: el descubrir la verdad, la autorrealización personal y la participación democrática, fundamentos filosóficos que se pueden proyectar al funcionamiento de los estados modernos constitucionales.En una sociedad utilitarista, como lo son nuestras sociedades contemporáneas, la verdad sería aquello valioso que permite el desarrollo de las sociedades y de los individuos, justificación válida para que los individuos se puedan expresar libremente acerca de esa “verdad” encontrada. ¿Cómo se puede llegar a la verdad si no se escuchan todos los argumentos que me hagan elegir el mejor de ellos y formar mi propio criterio?  Sin embargo, pensadores posmodernos ven este argumento de búsqueda de la verdad débil, pues no necesariamente se llega a la verdad en una discusión libre pues habrá argumentos verdaderos que no se difundan y aquellos, falsos, que tengan gran difusión.El segundo argumento que justifica el derecho a la libre expresión está en la autorrealización personal porque permite el crecimiento intelectual e incluso moral de las personas, ya que al tener acceso a un abanico de ideas diferentes, nos hace más críticos y más reflexivos y nos hacen configurar nuestras ideas políticas o morales dándonos elementos para distinguir lo relevante y provechoso de lo que no lo es.Finalmente, el tercer argumento para proteger el ejercicio libre de expresarnos está en la exigencia de la participación democrática de todos, ya que genera el debate político efectivo y pleno que permite la construcción de un verdadero sistema democrático. En él se permite desarrollar el principio que la democracia garantiza de la rendición de cuentas, a discutir las políticas públicas, enriquecer debates políticos o hacer críticas constructivas a los gobernantes, incluso que las voces minoritarias alcancen una mayoría que permita la alternancia en los gobiernos.  De esta manera la libertad de expresión  contribuye de manera concreta al desarrollo que este sistema espera.Cualquiera de los tres argumentos anteriores, aislados, no sirven, por sí mismos, a la fundamentación del derecho a la libertad de expresión. Deben conjugarse los preceptos de la verdad, de la realización individual y colectiva y de la necesidad del debate público y libre sobre temas de interés para todos para argumentar la necesidad de la protección de la libertad de expresión por las leyes constitucionales.  Así deben funcionar los modernos estados constitucionales.¿Será suficiente esta argumentación filosófica presentada por los liberales?  ¿Se debe sólo enfocar los esfuerzos a la protección de los derechos humanos y entre ellos el de la libertad de expresión o tendremos que buscar una mayor y más profunda justificación en la filosofía perenne? filosofia.uams@anahuac.mx 


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