Pasar al contenido principal

¿Pentecostés debería ser big deal para mí?



 humanism Liderazgo Anáhuac en Humanismo

El P. Brian Coe, L.C. reflexiona sobre cómo Pentecostés puede renovar el alma y abrir la vida a la acción transformadora del Espíritu Santo.

A muchos universitarios, Pentecostés les parece un evento católico extraño, con un nombre rimbombante y demasiada solemnidad. Les cuesta comprender que pueda tener algún valor para su vida.

Y lo entiendo. Es una fiesta litúrgica que conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles hace casi 2,000 años, e invita a invocarlo para que continúe enriqueciendo a la Iglesia.

¿Qué relación puede tener con la vida de un joven universitario en 2025?

Pero curiosamente, por otro lado, esta fiesta emociona a muchos jóvenes. Tanto así que, el sábado 7 de mayo de 7 a 10 p. m., cientos de ellos se reunieron en la capilla de la Anáhuac para pasar la noche en oración, invocando al Espíritu Santo. Estuvo increíble.

¿Qué les movió a estos jóvenes a pasar un sábado en la noche orando?

En vez de aburrirte con reflexiones de por qué esta fiesta es big deal para gente como yo (soy sacerdote católico, legionario de Cristo), voy a intentar expresarte el valor que estos jóvenes encuentran en ella, y cómo el Espíritu Santo puede aportar algo real a tu vida universitaria.

Veo al Espíritu Santo actuar y transformar la vida de los universitarios casi todos los días.
Recuerdo, por ejemplo, a una pareja de novios que acudió a mí tras una fuerte discusión, con la esperanza de salvar su relación. En lo personal, no veía muchas posibilidades, pero dijimos: “Ven, Espíritu Santo”, y empezamos a platicar.

El enojo seguía presente; la discusión se reavivó frente a mí, y cualquiera habría pensado que el noviazgo terminaría ahí mismo. Sin embargo, sucedió algo inesperado. Vino al corazón de uno de nosotros la frase de Jesús en la cruz: “Padre perdónalos, no saben lo que hacen.”

Nos dimos cuenta que era el Espíritu Santo invitándolos a perdonar, como Jesús lo hizo. Pensé: “Buena idea, pero veamos si realmente pueden.” Efectivamente, dentro de no mucho la rabia se disipó y se perdonaron mutuamente. El Espíritu Santo les había enseñado el camino y también dado la fuerza para poder encaminarse.

En mis diez años de servicio sacerdotal en la Anáhuac, he presenciado innumerables maravillas del Espíritu Santo. Me encanta ver cómo la riqueza de la gracia alegra y transforma las vidas de tantos jóvenes, así como pasó con esta pareja que te cuento. He visto milagros en cientos de corazones: jóvenes que superaron una depresión clínica; que reconstruyeron su autoimagen negativa por relaciones destructivas; que lograron salir de ambientes de violencia verbal o física, y muchos otros casos.

El Espíritu Santo tiene mil formas, grandes y pequeñas, de enriquecer tu vida. 

Puede ayudarte a amar más y mejor a tu familia, pareja, amigos y compañeros. Puede darte paz y una alegría profunda incluso en medio del dolor. Puede darte paciencia para tratar con personas difíciles y constancia para estudiar cuando preferirías hacer otra cosa. También puede orientarte al momento de decidir tu camino en la vida.

¿Pentecostés debería ser un big deal para ti? 

Depende de qué tan plena quieras que sea tu vida.

 

El Padre Brian Coe, L.C. es un auxiliar de la pastoral universitaria en la Anáhuac Norte y un asesor espiritual del Movimiento Regnum Christi. Lo puedes seguir en la cuenta de Instagram donde comparte reflexiones sobre la vida espiritual para jóvenes: @massantosde20tantos


Más información:
P. Brian Coe, L.C.
brian.coe@anahuac.mx
Asesor espiritual Regnum Christi
Dirección de Pastoral Universitaria