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Cuidar cuando ya no sea posible curar

Cuidar cuando ya no sea posible curar

 

Cuando la muerte parece acercarse y nada de lo que hagamos puede retrasarla o evitarla, parece que la acción más acertada sería prepararnos para enfrentarla. Esto forma parte de las actividades que realizan los consultores en bioética cuando deben aconsejar el inicio de los cuidados paliativos.

Atender a un enfermo terminal es un acto de amor, el acompañar estos procesos puede ser determinante para brindar calidad de vida en los últimos momentos. Así en este panorama surgen los cuidados paliativos cuyo esquema va del curar al cuidar, centrándose en el paciente más que en la enfermedad.

El reto de los cuidados paliativos consiste en entender que no son una serie de acciones fijas y determinadas sino de un conjunto de atenciones que se brindan según los requerimientos y las necesidades particulares de cada persona.

En nuestro país, los cuidados paliativos comenzaron a ser obligatorios a partir de la reforma al artículo 33 de la Ley General de Salud en donde clasifican las actividades de atención médica en preventivas, curativas, de rehabilitación y paliativas y quedó consagrada entonces la ley Federal en materia de Cuidados Paliativos en 20091. Las actividades paliativas, según esta ley son aquellas que incluyen el cuidado integral para preservar la vida del paciente por parte de un equipo interdisciplinario. Esto es de suma importancia ya que, en efecto, los cuidados paliativos, al incluir la atención integral del paciente, forzosamente tienen que ser provistos por un equipo interdisciplinario conformado tanto por médicos como por psicólogos, tanatólogos, trabajadores sociales, etc.

El universo de la medicina paliativa incluye una gama de acciones que no están enfocadas en curar sino en conservar la calidad de vida, por ello no podemos limitarlos a los cuidados generales que se le deben proporcionar a todo paciente independientemente si se encuentra en etapa terminal o no. Estos cuidados generales son la alimentación, la hidratación, la higiene, el control y manejo del dolor y el acompañamiento psicológico y/o espiritual. Así, estos cuidados se incluyen en los cuidados y la medicina paliativa pero ésta es mucho más que aquellos.

Un punto importante de los cuidados paliativos es que su éxito dependerá, en gran medida, del tiempo en que se remita al paciente a los mismos, es decir, para que sean efectivos y realmente ayuden a mantener y brindar calidad de vida se deberán administrarse desde el momento inicial del diagnóstico de enfermedad terminal. Se cree con frecuencia que los cuidados paliativos son para los últimos momentos o días de vida de una persona y esto es erróneo ya que los síntomas que presenta un enfermo en etapa terminal son de muy difícil control, por ello, se deberán empezar a atender desde el inicio del curso de la enfermedad y mantener el seguimiento durante todo el curso de la misma para mejor controlar los síntomas al final de su vida.

Por último, los cuidados paliativos deben ser provistos por un equipo interdisciplinario en donde tanto médicos, como otros profesionales de la salud y bioeticistas trabajen de manera conjunta y coordinada para brindar un mayor nivel de calidad de vida.

1 Op. Cit. Ley Federal en materia de Cuidados Paliativos.

 

Consultoría


Más información:
Dra. María Elizabeth de los Rios Uriarte
Profesora Investigadora y Coordinadora del Instituto de Humanismo en Ciencias de la Salud
Facultad de Bioética
elizabeth.delosrios@anahuac.mx