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Mirando hacia el futuro: el último semestre universitario



Mirando hacia el futuro: el último semestre universitario

Presentamos un texto en el que Ana Paula Albert retrata la dualidad entre la emoción y la melancolía que enfrenta el cierre de la vida universitaria.

Llegar al último semestre universitario es como alcanzar la cima de una montaña después de una larga escalada. El camino ha sido empinado, lleno de desafíos y momentos de agotamiento, pero finalmente la cima está a la vista. Como estudiante en mi último semestre no puedo evitar reflexionar sobre este viaje educativo.

En este último tramo las clases parecen más intensas y la presión es palpable. Los proyectos finales y los exámenes se acumulan como una montaña imponente. Es el momento en el que la procrastinación ya no es una opción y las noches de estudio se vuelven más largas. Sin embargo, a medida que enfrentamos el estrés, también enfrentamos la realidad de que estos son los últimos pasos en nuestra educación universitaria.

Durante estos años hemos acumulado conocimientos y habilidades, pero también hemos ganado algo más valioso: la capacidad de enfrentar situaciones desafiantes y la resiliencia para superarlas. Las amistades que hemos forjado en las aulas y durante las noches de estudio son tesoros que llevaremos con nosotros mucho después de que lancemos nuestros birretes al aire.

El último semestre es un recordatorio de que, aunque estamos ansiosos por cruzar la línea de meta, también estamos diciendo adiós a una etapa significativa de nuestras vidas. Es el fin de una era de rutinas de estudio y exámenes estresantes, pero también de profesores que te cambian la vida y amigos que ves a diario. La incertidumbre del futuro laboral y la nostalgia de los días universitarios se mezclan en una amalgama de emociones.

Mirando hacia atrás, es imposible no reconocer el crecimiento personal experimentado. Hemos aprendido a administrar nuestro tiempo, a colaborar con compañeros de clase y a enfrentar desafíos académicos con determinación. Estos no son solo logros académicos, sino lecciones de vida que llevaremos con nosotros en cualquier camino que elijamos seguir.

El último semestre universitario no es solo un cierre académico, es el comienzo de una nueva fase. A medida que nos preparamos para dejar atrás los pasillos familiares y los salones que nos han visto crecer, es crucial recordar que el aprendizaje nunca realmente se detiene. La universidad nos ha proporcionado las herramientas, ahora depende de nosotros cómo las utilizamos en el próximo capítulo de nuestras vidas.

En el último semestre abrazamos la dualidad entre la emoción y la melancolía. Cerramos un capítulo, pero al mismo tiempo nos preparamos para abrir otro. Las despedidas son difíciles, aunque también son oportunidades para nuevos comienzos. La universidad nos ha dado las alas, ahora es el momento de desplegarlas y ver a dónde nos llevan.

*Colaboración de Ana Paula Albert Stevens, alumna de la Facultad de Comunicación, copywriter con especialidad en Marketing Digital y voluntaria en el Centro Psicopedagógico Anáhuac.


Más información:
Centro Psicopedagógico Anáhuac
Clínica Anáhuac Cenyeliztli 
Lic. Martha Leticia Cisneros Flores
martha.cisneros@anahuac.mx